Tras el rechazo en la Cámara Baja al reajuste del salario mínimo propuesto por el Gobierno, de cero por ciento real- que, según IPC, se iba a traducir en aumento de 1.500 pesos-, la insistencia del Ejecutivo obliga al Senado a pronunciarse.
En esta etapa, sin modificaciones ni indicaciones al proyecto original, en la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta se intenta explorar un acuerdo con el Ejecutivo.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, expuso sobre las conversaciones que ha sostenido previamente con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y los trabajadores, pero ante los senadores no comprometió ningún incremento a la cifra.
El senador de la DC Jorge Pizarro dijo que "es absurdo haber rechazado la idea de legislar, con el debido respeto a los diputados, pero habrán tenido sus razones. Eso un daño, por poco que sea el reajuste, a los trabajadores y si la presión está sobre los porcentajes o el monto del reajuste, bueno, puede significar un problema mayor no sólo para los empleadores, sino que también para los propios trabajadores porque eso afecta el empleo".
"Ese es un hecho objetivo y nosotros no podemos ser tan irresponsables de no darnos cuenta de que esa situación existe y la vamos a tener por un largo tiempo. Eso es lo que a mí, a priori, me complica en decir chuteémoslo para marzo, porque en marzo lo más probable es que tengamos un escenario peor que el que tenemos ahora", manifestó.
Si la Cámara Alta no habilita la tramitación de este proyecto -necesitaría quórum de dos tercios de la Sala-, no habrá reajuste ahora y no se podrá volver a legislar hasta dentro de un año.
Para evitar esta situación, los parlamentarios se comprometieron a seguir conversando con el Ejecutivo.