China, que en la próxima década aspira a convertirse en el mayor mercado de espectadores de cine del planeta, construye 45 nuevos cines con tecnología IMAX en todo el país y contará con 150 para fin de año, según la filial china de la firma canadiense que los desarrolla.
El primero de estos cines de "imagen máxima" fue construido en Shanghái, en la céntrica Plaza del Pueblo, en 1999 y en la actualidad hay 105 en todo el país, explicó Chen Jiande, presidente ejecutivo de IMAX China, en el marco del Festival Internacional de Cine de Shanghái, que celebra esta semana su decimosexta edición.
Con esta tecnología envolvente, que presenta al público las películas en pantallas de gran tamaño y enorme resolución, se proyectan estos días en varios cines IMAX de Shanghái cinco cintas dentro del festival: "La vida de Pi", "Transformers 2", "Transformers 3", "Origen" y "Top Gun".
Por ahora, con todo, no ha habido grandes producciones chinas en tecnología IMAX.
"El cine chino está viviendo un rápido crecimiento", comentó Chen en un foro del festival, "y la tecnología es una fuerza importante".
"Sin embargo, su desarrollo no puede basarse sólo en las tecnologías de proyección y en la proyección", añadió, aunque dijo que "esperamos que aparezcan algunas películas chinas más".
Para 2018 se espera que la taquilla total de China alcance el equivalente a 10.000 millones de dólares, el tamaño actual del mercado estadounidense, que hoy es el mayor del planeta, destacó en el mismo foro el directivo chino Yu Dong, fundador y presidente del grupo cinematográfico Bona.
Entretanto, China destina cada año unos 100.000 millones de yuanes al cine (15.900 millones de dólares), unas cinco o seis veces su actual taquilla anual, señaló por su parte Levin Zhu, presidente ejecutivo de una gran inversora local, la Compañía de Capitales Internacionales de China.
Igualmente, mientras la financiación china empieza a entrar en Hollywood (hasta logra incluso que producciones como "Iron Man 3" rueden un final diferente exclusivo para el público chino), las coproducciones entre estudios internacionales y firmas chinas serán cada vez más habituales, aseguró Yu.
Grupos chinos como Galloping Horse, que adquirió recientemente el estudio estadounidense Digital Domain, tienen listos planes en ese sentido, en el caso de esta firma con 300 millones de dólares (225 millones de euros) destinados a invertir en oportunidades de colaboración internacional y cine para nuevos dispositivos móviles.
"Cualquier película con una buena historia y sentimientos comunes a todos los seres humanos tiene un gran potencial en el mercado internacional", resumió el director hongkonés Tsui Hark.
Por su parte, una de las grandes productoras chinas, Huayi Brothers, anunció también que colaborará con la firma QED International para distribuir en el gigante asiático la película "Fury", de David Ayer, una cinta sobre la Segunda Guerra Mundial protagonizada por Brad Pitt y Shia LaBeouf.