El artista chileno Alfredo Jaar ha cultivado y cosechado sus obras alrededor del globo. En el mundo del arte visual es referente, pero su gigantesca obra sigue sin alcanzar esa difusión masiva que debería tener una figura que no ha dejado de crecer y plantearse desafíos, desde que comenzó a concebir sus trabajos hace tres décadas.
En parte, revertir ese panorama es lo que busca "Jaar. El lamento de las imágenes", un documental dirigido por Paula Rodríguez Sickert, que tardó cinco años en forjarse y que este jueves 5 de octubre debutó para el público en distintas salas de Chile.
Según explicó Rodríguez a Cooperativa, este es un "seguimiento a él en distintos lugares, pero la película se terminó transformando en un retrato de su trayectoria artística", un repaso por 30 años para así "tratar de rescatar su pensamiento y entender su proceso creativo".
La gran interrogante para articular esta historia es ¿cuál es el rol del artista y cuál es el rol del arte?
De acuerdo con la directora, "lo que quería era el planteamiento de él como artista, porque él es un artista muy social, que trata de reflejarnos el mundo en que vivimos. Habla de problemas tan disímiles, como la frontera entre México y Estados Unidos, el genocidio de Ruanda. Habla de conflictos sociales del mundo".
"De lo que termino totalmente convencida es que tiene una convicción enorme. Eso es lo que ha mantenido la coherencia de su trayectoria. Él dice: 'el arte es el último lugar de la sociedad donde podemos hablar con libertad del mundo'", recalca Rodríguez.
Y es lo que muestra la película, en distintos escenarios del planeta, Jaar combina la contingencia noticiosa con su propuesta estética y la instalación no sólo en galerías de arte, sino que más allá. En el metro de Nueva York, en Times Square, en una muestra de Helsinski, en la Bienal de Venecia.
Las obras de Alfredo Jaar cobran más sentido aún en "Jaar. El lamento de las imágenes", un relato que se da sus pausas para la apreciación, a la vez permite entender de mejor manera y en la voz de su autor, los conceptos de que aborda.
Aquí hay un punto, Paula Rodríguez sostuvo que "nos preocupamos mucho de que la película, a pesar de la complejidad que tiene un artista de este porte, se transmita de manera simple".
"Porque de alguna manera el arte hoy en día ocupa un lugar muy marginal en la sociedad; poca gente va a los museos, poca gente va a las galerías. (Queríamos) mostrarte al artista, su pensamiento, cómo trabaja, acercarlo a la gente. Hacerlo de tal manera que también en Chile se pudieran apropiar de este artista, que es muy conocido en el mundo del arte, está muy bien considerado, pero que también es un misterio", añadió.
Curiosamente, contemplando esta lejanía del público chileno con Jaar, Rodríguez postuló que él "es uno de los artistas que más se ha dedicado a hacer intervenciones públicas. La intervención pública tiene exactamente ese objetivo: sacar el arte y llevarlo a la calle. Ahora en Santiago están haciendo intervenciones públicas, de poner un pato, de poner mariposas, son cosas sin contenido para mí".
"Todas la intervenciones que hace Jaar se demora años en hacerlas. Visita las comunidades, habla con ellas y finalmente el resultado es todo un producto, una respuesta social a un lugar", sostuvo la realizadora realzando la obra del chileno.
Por eso, la cineasta también recalca que Alfredo Jaar "es tremendo. Cada una de sus obras tiene mucho contenido. Y ojalá que entendiéramos que el rol del artista tiene que ver con eso. Él dice: 'el arte nos puede afectar'. Nos puede hacer sentir, nos puede hacer reflexionar".
Escucha la entrevista completa con Paula Rodríguez Sickert, sobre su documental "Jaar. El lamento de las imágenes", aquí: