A pesar del fiasco ocurrido en la pasada edición de los Óscar, la Academia de Hollywood volverá a contar con la auditora PricewaterhouseCoopers (PwC) para custodiar los resultados de los Óscar, aunque impondrá cambios para evitar que una situación similar se repita.
Según informa la edición digital de la revista The Hollywood Reporter, gran parte de la junta directiva de la institución, formada por 54 personas, se reunió durante seis horas la pasada noche para tratar lo ocurrido en la ceremonia del pasado mes.
El principal asunto de la conversación fue la relación de la Academia con PwC, la empresa que ha supervisado todo el proceso relacionado con las nominaciones y los ganadores de los Óscar desde 1934.
El presidente de la compañía, Tim Ryan, se disculpó por el "error humano" cometido por sus trabajadores Brian Cullinan y Martha Ruiz, que entregaron el sobre equivocado con el ganador de la estatuilla a la mejor película y no reaccionaron a tiempo para enmendar la confusión.
La Academia decidió mantener la confianza en PwC, aunque contará con diferentes consultores y protocolos para impedir nuevos deslices.
Una de las primeras decisiones que se han tomado es la de contar con una tercera persona, con conocimiento de los ganadores, en la sala de control para obtener una respuesta más rápida en caso de que haya alguna equivocación.
Asimismo, los consultores encargados de guardar los sobres con los ganadores de los Óscar deberán entregar sus dispositivos móviles antes de entrar al recinto de la gala.
El mayor fiasco de la historia
El mayor fiasco en la historia de los Óscar dejó una fuerte resaca en Hollywood.
Todo comenzó cuando el veterano Warren Beatty abrió el sobre con el nombre del vencedor en la categoría de mejor película y lanzó un gesto de extrañeza a su alrededor.
Sin embargo, nadie de la Academia se pronunció, así que el veterano actor prosiguió y le pasó el sobre a la actriz Faye Dunaway, que leyó el nombre de "La La Land" que aparecía junto al de Emma Stone, el premio entregado inmediatamente antes.
Fueron los productores de "La La Land" quienes se percataron del error ya sobre el escenario, una vez que Cullinan y Ruiz, las dos únicas personas del mundo que sabían de antemano los nombres de los ganadores, no avisaron del error ni advirtieron a la Academia.