Ennio Morricone logró anoche su sexto Bafta a los 87 años por la composición para "Los ocho más odiados", dirigida por Quentin Tarantino, y por la que también está nominado al Oscar.
Un Bafta del cine británico que le llega al maestro italiano 25 años después del último que consiguió, en 1991, por la inolvidable música de "Cinema Paradiso".
Anteriormente había triunfado en estos galardones con "Días del cielo" en 1980; "Érase una vez en América", en 1985; "La misión", en 1987 y "Los intocables" en 1991.
Seis Bafta de seis nominaciones, el mismo número de candidaturas que Morricone acumula en los Oscar, aunque la Academia de cine de Hollywood solo le ha concedido hasta ahora una estatuilla honorífica por toda su carrera en 2007.
Probablemente creían que el compositor, dada su edad, ya no tendría oportunidad de ganar el Oscar por una composición concreta, algo que puede finalmente lograr este año con la música que ha compuesto para el filme de Tarantino y que, además del Bafta, le ha valido el Globo de Oro.
Algunas de sus bandas sonoras más conocidas son "Il buono, il brutto, il cattivo" ("El bueno, el feo y el malo"), "Cinema Paradiso" o "The Mission" ("La misión") y es uno de los pocos que disfrutan del honor de que sus creaciones se reconozcan con unas pocas notas.
Inicialmente vinculado a los nuevos realizadores italianos, como Marco Bellochio y Bernardo Bertolucci, su gran éxito le llegó de la mano de Sergio Leone, con el que colaboró poniendo música a numerosos filmes del llamado "spaghetti western", entre ellos, "Per qualche dollaro in più" ("Por un puñado de dólares", 1964), que le supuso el lanzamiento definitivo.
En una rueda de prensa antes de recibir el Óscar de honor en 2007, Morricone afirmó: "El compositor tiene que tener la modestia de no superar técnicamente a la película. Una vez intenté salvar un filme muy malo y pretencioso con una composición suntuosa y fue como poner un vestido bonito a una persona fea".