"Estuve muerto y ahí me partió la idea de ir a Chile", indicó el director de cine.
El realizador de 69 años fue diagnosticado de cáncer en 2009.
El realizador chileno Raúl Ruiz afirmó que regresará al país en noviembre, aunque sigue mostrándose reticente porque "algo queda" de la dictadura.
Ruiz, que fue diagnosticado de un cáncer en 2009 que lo obligó a someterse a un transplante de hígado, señaló que fueron esos problemas de salud los que hicieron que deseara volver.
"Estuve muerto y ahí me partió la idea de ir a Chile", indicó el realizador, que lleva más de 30 años viviendo en Francia y que ha desarrollado su carrera entre ese país y Portugal.
Explicó que regresará al país "cuando mi tiempo y Dios y los doctores me lo permitan. Es decir, noviembre".
Pero a pesar de que ya tiene unos planes concretos, declaró que pese a que la dictadura de Augusto Pinochet acabó hace tiempo, "algo queda" en el país de aquella época.
"Se contagiaron", afirmó. "La dictadura, más que un gobierno autoritario, es una infección".
Festival San Sebastián
Raúl Ruiz presentó "Misterios de Lisboa", en la 58 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, una producción portuguesa de casi cuatro horas y media que además se transformará en una serie televisiva de seis capítulos de 55 minutos cada uno.
La película cuenta la historia de un chico de 14 años que vive en un colegio religioso, al cuidado de un cura que sirve como hilo conductor para conocer los secretos de cada uno de los personajes que van apareciendo.
Según explicó Ruiz en una conferencia de prensa, la película es "un proyecto que "tiene muchas capas y muchos niveles", para el que este filme supone su "reencuentro" con la telenovela, un género del que realizó una vehemente defensa.
"Yo hacía fines de capítulos de telenovelas mexicanas. No sé por qué ahora no me dejan hacer telenovelas", dijo el realizador, que consideró "Misterios de Lisboa" una forma de "cerrar un círculo vital".
La película competirá por la Concha de Oro con otros 14 filmes, entre ellos "Neds", una historia real que sucede en Glasgow en los años setenta pero que podría darse perfectamente en la actualidad.
