Samantha Geimer, la mujer por la que Roman Polanski fue acusado de violación en EE.UU., afirmó este martes, en una presentación de sus memorias en París, que hace "mucho tiempo" que ha perdonado al cineasta.
Geimer, que tenía 13 años cuando sucedieron los hechos en 1977, ofrece su relato en un libro titulado "The Girl: A Life in the Shadow of Roman Polanski", que asegura haber escrito para decir su verdad, con sus propias palabras.
"Nunca pensé que escribiría este libro, ni que tendría ganas de hacerlo. Guardé silencio durante años e intenté preservar el anonimato, pero este caso se volvió muy intenso para mi familia. Querían que me defendiera", indicó en una entrevista concedida a la cadena "i-Télé".
El cineasta se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales", por lo que fue enviado a prisión en "evaluación" durante tres meses, aunque sólo pasó 47 días.
A finales de 1978, al día siguiente de una reunión entre sus abogados y un juez que había dejado entender que quería volver a enviarlo a la cárcel, Polanski, en libertad bajo fianza, tomó un avión hacia Europa, y desde entonces es un prófugo de la Justicia estadounidense.
Estados Unidos pidió su extradición a Suiza y en 2010 obtuvo un "no" como respuesta por falta de pruebas concluyentes, pero la causa contra el director sigue abierta en ese país, por lo que no puede poner un pie en el país so pena de ser detenido.
La versión de la niña
"Le perdoné hace muchos años. Pasé página", indicó Geimer, según la cual en estos 36 años la narración de esa historia se ha tergiversado, "con detalles que jamás tuvieron lugar" y exageraciones.
Geimer, que está casada y con hijos y dice llevar una vida normal en la actualidad, recuerda haber estado "aterrorizada" en su encuentro sexual con Polanski.
"No sabía que hacer. Sabía qué iba a pasar, sólo quería que terminara. Intenté pensar en otras cosas", dijo en entrevista televisiva, en la que confirmó que, para sorpresa del periodista y tal y como afirma en el libro, el director intentó "hacerla gozar".
La mujer, que se refiere al cineasta por su nombre de pila, porque "decir el señor Polanski sería raro", admite además que, aunque "cueste entenderlo, si debiera elegir entre revivir la violación o declarar ante el jurado, elegiría la violación".
"Lo que pasó con Roman fue desagradable, me dio miedo, pero solo duró unos minutos. Declarar (...) duró horas, semanas, meses (...). Fue el periodo más difícil. Hay que reflexionar sobre la forma en que se trata a las víctimas cuando les pasa algo con alguien famoso".
Geimer añadió que Polanski le escribió en 2009 una carta en la que se disculpaba: "No me lo esperaba, pero me gustó recibirla. Yo no tenía la sensación de que me debiera explicaciones, pero significó algo para mi familia", apuntó en el plató de la cadena gala.
Seis años antes, en 2003, cuando el cineasta fue nominado al Óscar a la mejor dirección por "The Pianist", que acabó ganando, la mujer había declarado en la prensa estadounidense que había que diferenciar entre "el hombre y la obra".
"Todo el mundo llamaba a mi casa para preguntar qué pensaba de esa nominación. Se me invitó a escribir un artículo. No creo que quisiera defenderle, sino decir que eran dos cosas distintas", señaló Geimer, que usa el "The girl" (la niña) en el título de su libro porque así era como todo el mundo se dirigía a ella al hablar del caso.