Público de Jalisco quedó satisfecho con la despedida de Pavarotti
El tenor italiano realiza sus últimas presentaciones en México, en el año que dejará el canto, para dedicarse a su familia y a la enseñanza.
El tenor italiano realiza sus últimas presentaciones en México, en el año que dejará el canto, para dedicarse a su familia y a la enseñanza.
Con un teatro lleno de público, expectativas y cariño, el tenor italiano Luciano Pavarotti ofreció la noche del pasado sábado un concierto de despedida en Guadalajara, capital del estado mexicano de Jalisco.
Aunque no pudo ocultar que el tiempo y la edad han hecho mella en su voz, Pavarotti recibió en el Teatro Diana el aplauso de cientos de admiradores de ópera, que consideraron el concierto como una reivindicación.
"La edad no pasa en balde, no es lo mismo ahora que hace 20 años, pero sigue siendo el 'Rey del Do agudo'", señaló la soprano azteca Guillermina Espinosa, quien estuvo muy emocionada, desde el borde de su butaca, las casi dos horas que duró el concierto.
En Guadalajara se recordaba al tenor italiano por su presentación del 13 de noviembre de 2002, una actuación impecable cuya perfección no pudo repetir, aunque sí la entrega sobre el escenario.
"Fue espectacular. Aunque ya no puede estar parado ni cantar el solo, se despide con dignidad", opinó Fernando Ibáñez, un músico que estuvo en el teatro y también presenció el concierto de 2002.
Tras alzarse el telón, con el pianista Leone Magiera tras él, Pavarotti salió al escenario acompañado de la soprano Simona Todaro y flanqueado por más de 70 músicos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco.
En el teatro se habían dado cita políticos, académicos, empresarios, cantantes y artistas, quienes aplaudieron durante varios minutos, de pie, a una de las más grandes voces del "bel canto" que del siglo XX.
"Escucharle fue para mí, un sueño hecho realidad. Hubo intimidad, contacto con el público, fue excelente, su voz es única y a mi me movió fibras muy especiales", expresó la actriz Margarita Gralia, quien viajó desde Ciudad de México sólo para asistir al show.
Las 2.380 localidades del teatro se vendieron pese a que los precios oscilaron entre 100 y 300 dólares (58.000 y 174.000 pesos).
La mayor ovación se la llevó Pavarotti cuando interpretó "O soave fanciulla", antes de "Mattinata", "La mia canzone" y "La Traviata", como cierre del concierto.
Los primeros temas fueron napolitanos y el resto arias de óperas. También interpretó, junto con la soprano, el "Ave María", que ofreció como "un canto por la paz".
"En este mundo tan agobiado por la muerte y el dolor, esta canción sigue siendo una súplica, un himno a la paz y la dedicó para todos aquellos que buscamos la paz", dijo desde el escenario.
Antes de terminar su concierto, el tenor agradeció al público, y en especial a su representante, Jerry Goldsmith, los apoyos que le brindaron y, en el día de su cumpleaños, le dedicó una canción. El telón cayó y en las butacas, los asistentes silbaron y aplaudieron hasta el cansancio.
El próximo y último concierto que ofrecerá Pavarotti en México será en Monterrey, junto a los otros dos tenores que lo han acompañado durante su vida artística, Plácido Domingo y José Carreras. (EFE)