El paso de Daddy Yankee por Chile incluyó estatua, avalanchas y una urgencia en la Clínica Alemana.
La despedida de Daddy Yankee de Chile dejó rastros sobre y bajo el escenario en lo que será una de las semanas más recordadas de la cartelera musical del país.
Desde que arribó el lunes al país, el Big Boss generó expectación, desde el aeropuerto hasta las afueras del hotel, incluyendo una estatua.
Pero fue su primer show el martes lo que marcó su paso al registrarse incidentes en las afueras del Estadio Nacional que provocó un ingreso masivo de personas sin entradas y la evidencia de una mala organización por parte de Bizarro al interior del recinto.
Los tres días del artista en Ñuñoa tuvieron problemas en los alrededores del estadio, partiendo el martes con el caos. Para miércoles y jueves se reforzó la seguridad en las calles aledañas aunque igualmente hubo incidentes que no tuvieron mayor implicancia en el desarrollo y estuvieron lejos de lo que ocurrió el primer día, lo que incluso llevo al Sernac a oficiar a la productora Bizarro.
La alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos, aseguró este viernes que "tenemos que sacar lecciones de planificación" y pidió tener "un uso más racional del estadio. Cada vez que se da un megaevento, se vive una serie de eventos negativos en el entorno que afectan el acceso de las comunidades".
De acuerdo a Carabineros, 45 personas fueron detenidas en el marco de los tres conciertos del artista en el Nacional.
Asimismo, el tercer y último show de Daddy Yankee en Chile tuvo una movida previa: se conoció que el puertorriqueño asistió en horas de la tarde en la Clínica Alemana de urgencia por problemas en sus oídos y en su voz.
Sin embargo, se trató solo de una molestia, fue dado de alta y pudo presentarse en el Nacional pasadas las 21:00 horas, con un show calcado a los dos anteriores.
Ahora, el Big Boss se trasladará a Argentina para actuar este fin de semana y posteriormente seguirá por Ecuador, Colombia y Perú. Su gira se mantiene con fechas hasta mediados de enero.
