La ex conejita Playboy era sospechosa de la muerte del hijo de su esposo.
La modelo y E. Pierce Marshall peleaban en tribunales por la fortuna de su padre.
El FBI investigaba si Anna Nicole Smith tramó la muerte del hijo de su esposo, un magnate petrolero, con quien peleaba en tribunales por la fortuna de su padre, señalan documentos recientemente difundido por los medios estadounidenses.
Los archivos del FBI sobre Smith indicaban que la agencia investigó a Smith entre el 2000 y el 2001 en un complot de asesinato contra E. Pierce Marshall, quien trataba de impedir que la modelo y bailarina nudista recibiera la fortuna de su padre, J. Howard Marshall II, valorada en cientos de millones de dólares.
Los agentes del FBI interrogaron a Smith el 3 de julio del 2000 y cuando le dijeron por qué lo hacían "Smith comenzó a llorar y negó haber tenido nunca esos planes", indica el reporte.
Smith le dijo a los agentes que asesinar a Pierce Marshall no habría tenido sentido, porque el dinero de su ex marido aún estaría atado a un fideicomiso y porque creía que la batalla en la corte por la fortuna estaba casi terminando, establece el reporte, y declaró a los agentes que creía la historia de un complot tramado por una ex amante furiosa de que habían terminado.
"Smith negó firmemente haber contemplado tal crimen", escribió un agente, y los fiscales eventualmente decidieron cerrar el caso. En una carta al FBI fechada el 26 de abril del 2001, Sally Meloch, una fiscal federal adjunta, dijo que revisó los reportes pero "determinó que no hay suficiente evidencia para establecer un complot de la señora Smith para contratar un asesino que matara a Pierce Marshall".
Smith tenía 26 años cuando se casó con Marshall, de 89 años, propietario de la empresa petrolera Great Northern Oil Co., cuya fortuna calculó Forbes en 1992 en unos 550 millones de dólares y que falleció por causas naturales en 1995, poco más de un año después que se casaron.
El joven Marshall falleció en el 2006 a los 67 años a causa de una infección, y Smith murió un año después, a los 39 años, por una sobredosis de somníferos en la Florida.
