"Fallout" se puede ver en Prime Video, mientras que "Ripley" en Netflix.
Abril es un mes intenso para las plataformas de streaming y muchas de ellas están estrenando títulos que prometen ubicarse entre lo mejor del año.
Por su parte Prime Video ya estrenó su esperada serie "Fallout", una adaptación televisiva de la saga de videojuegos del mismo nombre que debutó en 1997. En tanto Netflix ya presentó "Ripley", una serie de cine negro perfectamente ejecutada.
"Fallout" está a cargo de Jonathan Nolan y Lisa Joy, los creadores de la serie "Westworld", y ya tiene sus ocho episodios disponibles en streaming.
La serie muestra un. complejo mundo distópico desencadenado por una guerra nuclear justo después de la Segunda Guerra Mundial. 200 años después de ese acontecimiento, la gente vive debajo de la tierra en refugios que tienen sus propias reglas y que desconocen que existe vida en el exterior.
La historia de "Fallout" se va desarrollando a través de tres miradas: la de "Lucy MacLean" (Ella Purnell), una joven que se ve obligada a abandonar su refugio; "The Ghoul" (Walton Goggins), un forajido radioactivo que vivió la guerra nuclear; y "Maximus" (Aaron Moten), un escudero que esconde un misterioso pasado.
Steven Zaillian (guionista de "La lista de Schindler" o "El Irlandés") es el showrunner de "Ripley", una serie basada en el personaje creado por la escritora Patricia Highsmith en 1955.
El actor Andrew Scott interpreta a "Tom Ripley", un ladrón de poca monta que intenta sobrevivir en el Nueva York de los años 50. Un día un adinerado empresario lo contacta para un excéntrico trabajo: viajar a Italia para convencer a su hijo de volver a Estados Unidos.
Con una perfecta narración que recuerda el trabajo de Alfred Hitchcock, "Ripley" cuenta una historia llena de suspenso y una incesante persecusión por toda Italia.
El comentado documental "Quiet on set: El lado oscuro de la fama infantil" ya está disponible en Chile a través de la plataforma Max.
La serie de cinco episodios se centra en el comportamiento de Dan Schneider como productor de Nickelodeon en los 90 y los 2000 y en las acusaciones en su contra por mantener un ambiente de trabajo hostil, de sexualizar a los actores juveniles y de abusar de su poder.
Drake Bell y otros exactores de la cadena, hablan de los abusos cometidos por Schneider y los productores Jason Michael Handy y Brian Peck.
