Los Emmy, los premios más importantes de la televisión, arrancaron la ceremonia de su 72ª edición con una gala que ha tenido que reinventarse de principio a fin por la pandemia del coronavirus. El humorista Jimmy Kimmel, presentador del evento, dio la bienvenida desde el mítico Staples Center de Los Ángeles (EE.UU.), que no contará con alfombra roja, invitados famosos ni discursos sobre el escenario. "Bienvenidos a los "Pand-Emmys", bromeó el comediante, acompañando con material viejo de entregas anteriores para tener reacciones de actores. Posteriormente, se quebró la ilusión y se mostró el teatro sin audiencia, para luego dar paso al chiste de que el único invitado era el actor Jason Bateman, la estrella de "Ozark", mezclado entre gigantografías de los nominados. "¿Jason? ¿Jason? Sé que eres tú. Vi que tus ojos se movían", le dijo el conductor. "Ocúpate de tus asuntos, Kimmel. Gran noche para mí", respondió.