Pablo Escobar está muerto, pero la serie no. "Narcos" continuará su marcha con toda una nueva temporada, que debuta este viernes 1 de septiembre en Netflix, de la mano de quienes fueran la competencia de "El Patrón": el llamado Cartel de Cali.
Quienes se caracterizaban por operar en silencio, ahora salen a la luz, en momentos en que buscan una salida del tráfico de drogas que alzó su reputación. Es desde este punto en que la producción ahora encabezada por Pedro Pascal retoma su historia con la intensidad que la caracteriza.
El actor mexicano Damián Alcázar, quien interpreta al líder del Cartel de Cali, "Gilberto Rodríguez Orejuela", conversó con Cooperativa sobre lo que promete el nuevo recorrido de "Narcos", ya en una era post Pablo Escobar.
En primera instancia, Alcázar aclaró que "yo no paso a ser realmente el protagonista. El protagonista es un equipo completo que es el Cartel de Cali. Pero además, la historia no se centra en el trabajo del cartel de Cali, que fue paralelo a Pablo Escobar, ya no podíamos regresar a ese tiempo; entonces, se focaliza en los últimos dos años del cartel. Se ve cómo los atrapan".
Sobre "Orejuela", Alcánzar explicó que "se lo ve con su jefe de seguridad, con la policía, cómo los coloca y los delata. Esa es la acción. No podemos ver mucho de lo que hicieron los capos de Cali, porque casi todo lo que hizo fue que se dedicó a corromper a los diferentes estratos de la sociedad, empezando por el ejército y el gobierno. Entre ellos hay poca violencia porque eran hombres pacíficos, de negocios, pero entre sus lugartenientes y hacia abajo hay muchísima guerra, intestina".
"Tienen una guerra con el cartel del norte del valle, también en Cali, porque los Rodríguez Orejuela, partiendo por Gilberto, pretende entregarse a las autoridades. Cosa que el resto rechaza, y se genera una pequeña guerra con muchísimos muertos", especificó.
Pero ¿con qué se van a encontrar los seguidores de "Narcos"? "La emoción que tiene la audiencia es que sigue siendo una serie de acción, con una trama policíaca muy fuerte, que están por atrapar a los que están fuera de la ley y que vemos embarrados a muchísimos personajes".
Cuando se ha dejado atrás a una figura tan importante como Escobar en esta ficción, las comparaciones son inevitables. Consultado por quién es la expresión más definitiva del mal, Damián Alcazar tiene una particular forma de ver las amenazas que suponen los narcotraficantes en cuestión.
"Pablo se vuelve un villano cuando se ve acorralado como una bestia a la que quieren matar y reacciona como una bestia. Estos (los Rodríguez Orejuela) no, saben que el riesgo es ir a la cárcel y no quieren ir allá. No está en riesgo su vida y tampoco la ponen en riesgo. Al contrario, se cuidan. Dicen 'no, no, no, señor. ¿Cuánto quiere?'. No hay de esas personas de 'saquen la pistola', como Pablo", explicó el actor.
Pero a la vez se cuestionó: "¿son personas nocivas para la sociedad? No sé si este es un asunto moralista, porque yo creo que no son nocivos. Las drogas deberían legalizarse. No se van a erradicar jamás en la historia de la humanidad. Va a haber más, va a haber nuevas. Entonces ¿para qué estar peleando o derramando sangre?".
"¿Para qué estar permitiendo que sólo unos cuantos se enriquezcan? Cuando podría ser como con el alcohol. Te puedes tomar un buen mezcal o un buen vino. Y, bueno, pues, se puede decir '¿esta de dónde es? Esta es de Acapulco. Esta otra es de Tailandia'. Como en Amsterdam. No pasa nada. Pero hay demasiados intereses económicos", postuló.
"Narcos" se ha apropiado de una realidad dolorosa para miles de personas y la convirtió en una trama espectacular, trepidante y siempre con la acción como género estandarte.
Pero muchos fallecieron en medio de los enfrentamientos tanto entre los carteles como entre los narcotraficantes y las autoridades de gobierno en Colombia; por lo que este tratamiento no ha estado exento de polémicas y cuestionamientos.
Pero Damián Alcázar tiene clara su perspectiva sobre la producción. "Evidentemente es la visión norteamericana del asunto -sostuvo-. Ellos (los estadounidenses) se permiten mucho más que nosotros los latinos, el ser autocríticos. Hay gente embarrada, saben y los meten en la serie".
"Sin embargo, nosotros deberíamos ser tan autocríticos o más y también hacer nuestra versión. Sí, los héroes siempre estorban, son una piedrita en el zapato. No existen los héroes, como tampoco existen los malos. Son hombres que quieren apoderarse del negocio", explicó.
Y aunque últimamente se ha visto una avalancha de producciones en torno a personalidades del narcotráfico, que los más críticos apuntan como una estigmatización de la cultura latina, Alcázar cree que es necesario seguir tratando estos temas.
Las series de este tipo "ayudan porque la gente tiene que saber que existe. Porque si no las hacemos, la orden presidencial o partidista aquí es 'ya no hablen de eso, por favor'. Entonces, todo parece que va bien. Mientras hay fosas, fosas y fosas, que se van encontrando en Veracruz, y todo parecía que era maravilloso. ¡Mentira!".
"Hay que hablar de todos los temas. Hay que ponerlos sobre la mesa. Y éste se tiene que poner sobre la mesa para que la gente sepa que esta es nuestra realidad. En la serie la vivimos de manera maquillada, emocionante, divertida... Pero es terrible. Mejor ni hablar en serio de eso, porque tendríamos que hacer una película documental y ahí si que estaría para rechazarlo", sentenció Alcázar.