Al director de cine británico Danny Boyle, de visita en Madrid para promocionar su última película "Trance", no le gusta la dirección en la que hoy se encamina el cine: "Secuelas y secuelas, segundas y terceras partes (...) yo quiero que mi cine sea diferente, quiero que sea independiente, fresco".
El cineasta británico explicó que el cine que se hace hoy es "igual al de hace dos años, y al del año que viene, que será la siguiente secuela: más 'Star wars', más 'Fast and furious', más 'G.I. Joe' y otro 'Superman'...".
"Y algunas son asombrosas, las hay hechas por gente como Chris Nolan, que son alucinantes. Pero yo quiero que sea diferente, quiero que sea independiente, que sea algo fresco, que plantee preguntas. Eso intento hacer, y que sea accesible", dijo.
El realizador, también productor de "Trance", señaló que "siempre" intenta hacer películas "accesibles pero que te lleven al límite, que tengas que esforzarte como espectador".
Autor de cintas aclamadas como "Trainspotting" (1996), "Slumdog millionaire", ganadora de un Oscar en 2008; o "127 Hours", que fue nominada en 2010, Boyle destaca que "todas ellas están unidas porque hay un personaje que se enfrenta a obstáculos imposibles y, de alguna forma, las vence; en '127 horas' -recuerda- es evidente".
Lo diferente de "Trance", que se estrena este viernes en España, "es que el personaje está oculto", porque "no es el protagonista masculino quien afronta estos retos imposibles, aunque él tiene sus propios problemas, lo es el personaje de Rosario Dawson, ella es la que vence obstáculos imposibles y al final tiene éxito".
La historia de "Trance" es la de un robo de un cuadro de Francisco de Goya que el ladrón, "Simon" (James McAvoy), después de ser golpeado en la cabeza, olvida dónde escondió.
El hombre para el que trabaja (Vincent Cassel) recurre a una hipnotista (Rosario Dawson), después de comprobar que las torturas no sacan la información de "Simon".
"Nunca había hecho una película en la que la mujer fuera el hilo conductor, el motor. Y siempre quise hacerlo: esta es 'la' historia", desvela.
Pero en la resolución de "Trance" hay más datos importantes para el director: "La violencia contra las mujeres es un gran problema. Una de cada cinco mujeres experimenta esa clase de violencia alguna vez en su vida, así que me parece maravilloso hacer una película en la que se cambie el lado de la moneda", dice, como pista.
Fascinado con el personaje femenino, Boyle destaca que "ella es consciente de su imagen de 'mujer fatal' -que es una construcción masculina, que en el cine suele ser rubia platino-, y se comporta peor que los hombres, y engaña. Elizabeth (Dawson) es consciente de esa idea y juega con su sensualidad, su belleza, su atractivo y su misterio, pero al final, su historia guarda mucho dolor".