El gobierno chino decidió cancelar la proyección de la debatida película "El código Da Vinci" a partir del viernes 9 de junio, 19 días después de su estreno, confirmó este jueves la distribuidora estatal China Film.
Según un comunicado enviado este jueves a las 400 salas que están proyectando la película, la cancelación se debe a la conmemoración del 85 aniversario de la creación del Partido comunista de China (PCCh) que se celebra el 1 de julio y esta destinada a favorecer a las películas nacionales.
"Hay un aviso, aunque todavía no lo he visto", declaró una funcionaria de China Film, la única empresa estatal autorizada a importar las 20 películas extranjeras que Pekín aprueba cada año.
"La cancelación sólo es efectiva para 'Da Vinci', no para otras películas extranjeras", confirmó esta funcionaria sin explicar por qué la prohibición no afectará al estreno mañana en China de la película estadounidense "Ace Age II".
"Es costumbre que en verano se dé un periodo de tiempo para proyectar sólo películas nacionales. No sé por qué es sólo para 'Da Vinci', es una orden de la Administración de Radio, Cine y Televisión (SARFT, siglas en inglés)", explicó esta funcionaria.
Este periodo de prohibición de películas extranjeras se produce cada año de forma no oficial, a pesar del acceso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.
La película estaba a punto de alcanzar la segunda mayor taquilla de una película extranjera en China, con 100 millones de yuanes (12,4 millones de dólares) desde que se estrenara el 19 de mayo, sin embargo el récord sigue estando en "Titanic", en 1998 y en segundo lugar "Pearl Harbor", en 2001.
En estas tres semanas 2,8 millones de ciudadanos chinos acudieron a los cines a ver la película, cuya gala de presentación tuvo lugar en Pekín unas cuatro horas antes que en el Festival de Cannes gracias a la diferencia horaria, y desprovista de la reacción airada de grupos católicos, por ser China un país oficialmente agnóstico.
Jeff Blake, responsable de la productora Sony, propiedad de la productora Columbia Tristar a nivel mundial, explicó desde Estados Unidos, "¿Qué podemos decir? Estamos sorprendidos y desilusionados sobre lo que esta sucediendo".
Fuentes del sector cinematográfico chino señalaron que la causa real de la cancelación son las numerosas protestas que los grupos católicos se están llevando a cabo en algunas provincias china donde se proyecta el filme, después de que la Asociación Patriótica Católica hiciera un llamamiento al boicot de Da Vinci.
El portavoz de la Iglesia Patriótica Católica china, Liu Bainian, dijo que ellos "no han instado a las protestas" y rehusó hacer más comentarios. (EFE)