Hace un poco más de un año comenzó a acaparar la atención. Todo partió por allá en la riviera francesa, donde los críticos salían maravillados con la historia de un despertar sexual y la intensa relación amorosa que inician dos jóvenes francesas.
Se trata de "La vida de Adele", filme ganador de la Palma de Oro a la Mejor Película en el festival de Cannes 2013, y que este jueves 19 de junio llega a la cartelera cinematográfica chilena, auspiciada por reseñas extremadamente positivas y polémicas por la explícita forma en que fue capaz de mostrar la rutina de una apasionada pareja lésbica.
Dirigida por Abdellatif Kechiche e inspirada en la alabada novela gráfica "Le bleu est une couleur chaude" ("El azul es el color más cálido") de Julie Maroh, narra la historia de "Adele" (Adele Exarchopoulus), una adolescente de 15 años que descubre que se siente insatisfecha al establecer vínculos con hombres de su edad, algo le falta.
Es en medio de este periodo de descubrimiento en que conoce y se enamora inesperadamente de "Emma" (Léa Seydoux), una artista de cabello azul diez años mayor, junto a la que descubrirá el camino del deseo y el transcurso a la madurez, mientras explora juicios y prejuicios de su familia y amigos.
La forma en que examina la relación de sus personajes, con naturalidad y cercanía, sin artificios, hizo que la película se transformara en una de las favoritas de 2013, apareciendo en más de un ranking anual y recopilación de hitos culturales de esos 365 días.
Sin embargo, llamó la atención el hecho de que no figurara entre el quinteto de filmes nominados a Mejor Película Extranjera en los premios Oscar de febrero pasado. Aunque sí marcó presencia con nominaciones y galardones en otras 36 premiaciones -aparte de Cannes- de diversos puntos del globo.
¿Porno?
Y así como cultivó elogios también generó incomodidades en ciertos sectores. Desde conservadores, hasta en la misma comunidad gay.
Quizás una de las más resonantes detractoras fue la misma autora de la novela gráfica Julie Maroh, quien se volcó a su blog personal para hacer un extenso análisis, tras enfrentar el visionado de la película.
Maroh postuló que las escenas de sexo fueron "brutal y quirúrgicamente expuestas", transformando el momento íntimo de amor entre dos mujeres en "pornografía". Algo que complementó apuntando que "me pareció que esto era lo que faltó en el set: lesbianas" y que durante la función en la que estuvo presente, los homosexuales presentes se rieron porque "no estaban convencidos y la encontraron ridícula".
La editora de la popular revista lésbica After Ellen, Marcie Bianco, planteó que las dos mujeres "haciendo tijeras" es la típica visualización de la pornografía con lesbianas creada por hombres.
Tim Teeman de The New York Times reforzó este planteamiento deslizando en uno de sus artículos que el "problema" de las escenas de sexo en "La vida de Adele" tenían que ver directamente con que fueron filmadas y actuadas por heterosexuales, que no contaban con la sensibilidad para dotar de realidad las situaciones retratadas.
Por su parte, la actriz Adele Exarchopoulos defendió en declaraciones a CNN que "era muy importante mostrar esto, no sólo una 'bonita' escena de sexo, sino que sexo real".
Nicholas Barber le agregó un giro a la reflexión en su artículo para la BBC "Sexo en la pantalla: ¿dejó de ser tabú?", en la que propone la apertura al sexo que supone un listado de películas como "La vida de Adele", pero no hacia cualquier tipo de sexo.
Así, aunque Barber propone que "la escena de sexo lésbico en ella es tan explícita y prolongada (honestamente, parece agotadora) que el drama adolescente de tres horas de Abdellatif Kechiche podría confundirse con pornografía", en contraste reflexiona "lo que vemos no es sólo una nueva tendencia de películas sobre sexo, sino una tendencia de películas que tratan al sexo como parte de la vida diaria en lugar de mero exhibicionismo", ahí es donde se establece la diferencia.
Sexy
Por último, en constraste y al calor de todo el "impacto" que desató "La vida de Adele" en torno a las relaciones lésbicas y su intimidad, la abogada, productora de películas pornográficas y columnista sobre sexo del The Huffington Post Jincey Lumpkin también tuvo algo que decir: "yo creo que la película era sexy. Para mi era una representación adecuada. A mi me gusta el sexo rudo. Me gusta el anal. Puedo seguir y seguir por mucho rato. No entendí todo el ruido sobre la supuesta falsedad".
Lumpkin además decidió hacer un servicio a la comunidad y redactó un artículo en el que aclaró 11 cosas que siempre quisiste saber sobre el sexo lésbico, a merced de lectura de cualquier curioso que haya quedado inquieto con "La vida de Adele".
Pero más allá del sexo, la película de Abdellatif Kechiche también es la búsqueda de una mujer con dudas sobre su personalidad y comportamiento. Está cargada de diálogos que juegan con referencias literarias al mismo tiempo que enaltece su argumento. Y mezcla diálogos profundos sobre las múltiples percepciones de lo que significa ser homosexual en la sociedad actual, con una fotografía que hace que las protagonistas luzcan su belleza en momentos cargados de emoción.
"La vida de Adele" llega este jueves a las pantallas nacionales, calificada para mayores de 18 años y tiene una duración de 187 minutos.