Pablo Trapero: "cada película es un salto al vacío"
"El clan" optará al Goya a Mejor Película Iberoamericana.
Compite con las candidatas de Perú, Chile y Cuba.
Es la favorita para hacerse con el Goya.
"El clan" optará al Goya a Mejor Película Iberoamericana.
Compite con las candidatas de Perú, Chile y Cuba.
Es la favorita para hacerse con el Goya.
Pablo Trapero no se imaginaba que con "El clan", una película que contiene "un silencioso homenaje" a Luis Buñuel, optaría al Goya a Mejor Película Iberoamericana, pero ahora encabeza las apuestas con su historia de crímenes, de hechos reales y que, como todas las del argentino ha sido "un salto al vacío".
Porque lo que busca con cada nuevo proyecto es sentirse como la primera vez que hizo un corto. Tener "la sensación de crear un mundo nuevo cada vez que haces una película", asegura a Efe. Y para ello prueba "distintos caminos narrativos, temáticos y estéticos" con cada película.
En "El clan" se enfrentó por primera vez a una historia real, la de una familia en apariencia normal, los Puccio, que en realidad cometían secuestros y asesinatos en ese limbo que fueron los años finales de la dictadura argentina y el comienzo de la democracia.
Trapero ganó el León de Plata del Festival de Venecia al Mejor Director por esta película, que fue un gran éxito de taquilla en Argentina y que es la favorita para hacerse con el Goya frente a las candidatas de Perú, Chile y Cuba.
"Con los años he aprendido a tener menos ansiedad porque se va mucha energía, cuando no sale es una energía que se gasta. Prefiero estar con expectativas bajitas y luego celebrarlo si lo conseguimos", asegura.
Pero reconoce que "sería una satisfacción adicional ganar un premio en la tierra de Buñuel", al que homenajea en su filme por el "entorno surreal" que rodea a la familia.
No asistirá a la gala
Trapero habla por teléfono con Efe desde Buenos Aires ya que no viajará a Madrid para asistir a la gala de este sábado de los Goya porque su mujer, la actriz y productora Martina Gusman está a punto de dar a luz a su hija. "Me arriesgo a perderme el nacimiento, así que tengo una buena razón para no ir".
Aunque le hubiera gustado estar en unos premios en el país de uno de los cineastas que más le han marcado, junto a nombres como John Ford, Charles Chaplin, Federico Fellini, Werner Herzog o Martin Scorsese.
"Hay directores que te marcan y para mí Buñuel es uno de ellos. También Chaplin, con el que me reencuentro muchas veces y sigo disfrutando. O Fellini, cada vez que veo una de sus películas me vuelvo a emocionar", enumera.
Son realizadores "que dejan una impronta autoral muy fuerte, muy marcado, pero a la vez tienen esa vocación popular inherente al nacimiento del cine, la de provocar una emoción visceral e inmediata al espectador".
Eso es lo que él busca con sus películas, a través de explorar nuevos tonos y territorios.
Y en el caso de "El Clan" fue a la vez un desafío y un estímulo el que contara unos hechos reales a los que trató de ser muy fiel, aunque tuvo que recrear los momentos más íntimos de la familia porque de esas situaciones no tenían documentación.
"Pero los hechos, lugares, incluso filmamos en los mismos sitios en los que ocurrieron algunos momentos, como el pago del rescate en San Isidro".
Trapero sentía una "responsabilidad adicional con las familias de las víctimas, que fueron las que sufrieron" por lo que cree que su película es "un pequeño homenaje a ellos y a sus familias", con lo que considera "el verdadero juicio público más allá de las condenas".
Los protagonistas de la película son dos actores tan diferentes como el veterano Guillermo Francella, y el joven Peter Lanzani, que realizan un trabajo impecable como patriarca e hijo de la familia Puccio.
Una historia en la que los límites entre realidad y ficción a veces se desdibujan, un estilo que interesa mucho al director, que cree que "la realidad a veces es tan absurda que forma parte de la puesta en escena".
Director de títulos como "Carancho" o "Elefante blanco", Trapero espera lograr el Goya en el segundo intento, tras haber estado nominado con su ópera prima, "Mundo grúa" en el año 2000, aunque ya piensa en nuevos proyectos que retomará en la segunda parte de este año, porque la primera mitad quiere disfrutar de su familia y de esa niña que está a punto de llegar.