Recién terminado en España el rodaje de su próximo filme, Woody Allen presentó este domingo en la 64ª Mostra de Venecia su última película, "Cassandra's Dream", en la que ahonda en la idea de que "la vida es algo tremendamente trágico con momentos cómicos".
"Es la historia de dos personas muy agradables que acaban abocadas a una situación trágica", explicó el cineasta estadounidense en la presentación de la película en la sección Maestros, fuera de competición.
"Cassandra's Dream" es el nombre de un pequeño velero comprado por dos hermanos de la clase obrera, encarnados por el escocés Ewan McGregor y el irlandés Colin Farrell.
La tercera película de Allen (1935) en el Reino Unido se inscribe en el lado trágico de su filmografía, al igual que su primera película de ambiente londinense, "Match Point" (2005).
"Cassandra's Dream" también ahonda en otro tema predilecto de su director, las relaciones familiares, en concreto las fraternas, temática en la que "Hannah and her Sisters" (1986) ya le significó un Oscar por su guión.
"Quería hacer la trama principal entre dos hombres", en la que la familia y las obligaciones que implica tiene un peso fundamental, indicó el director.
Pese a su tenebrismo temático, "Cassandra's Dream" también incluye alguna de las pinceladas de ese sentido del humor que ha hecho famoso al cineasta, aunque mucho más tenues que en su anterior película, la comedia "Scoop" (2006).
"Siempre he querido ser un escritor trágico y reflejar mis sentimientos y mis ideas de la condición humana", añadió este admirador confeso del atormentado cine del sueco Ingmar Bergman.
Aparte de su respecto por Bergman y directores como Francis Ford Coppola, Robert Altman y Steven Spielberg, Allen reconoce: "Ciertamente fui influido por muchos comediantes, de los cuales posiblemente Groucho Marx es el predominante", pero "nunca he tenido la sensación de haber influido a nadie, tampoco en el apartado cómico". (EFE)