El fallecido escritor y humorista grafico recibió numerosas muestras de cariño antes de su sepelio, como el que se registró en las afueras del Estadio de Rosario Central.
Familiares, amigos y seguidores de Roberto Fontanarrosa tomaron parte en el último adiós al fallecido humorista gráfico y escritor.
Algunos fueron hasta la cochería Bassi, de la ciudad de Rosario, donde la noche del jueves se dio inicio al velatorio. Allí hubo un incesante desfile de personas.
Otros, decidieron este viernes acompañar con aplausos la caravana que partió desde allí hasta la cancha de Rosario Central, el club del que el "Negro" era ferviente hincha.
La multitud entonó cánticos como "Es de Central, el 'Negro' es de central", "Soy canalla, soy canalla, soy, canalla, yo soy", "No se va, el 'Negro' no se va" y "'Negro' querido el pueblo está contigo", junto con acercarle a la carroza un trozo del césped de la cancha.
Tras el homenaje de los hinchas del club al humorista y fanático número uno, el cortejo fúnebre reanudó su camino rumbo al cementerio Parque de la Eternidad, en la vecina localidad de Granadero Baigorria.
En el camposanto, además de su madre, su mujer y su hijo Franco, amigos y colegas lo recibieron con un fuerte aplauso y una gran emoción.
Hasta la ciudad de Rosario se movilizaron numerosas figuras del mundo del espectáculo, colegas, como los dibujantes Crist y Caloi, el escritor Osvaldo Bayer y el integrante de Les Luthiers Marcos Mundstock.
También asistieron personalidades del fútbol, como el ex capitán de Rosario Central Cristian "Kily" González.
La familia había pedido el jueves que no se enviaran ofrendas florales al velatorio y que el dinero equivalente sea donado a entidades de bien público, en nombre del artista.
Fontanarrosa padecía desde 2003 una esclerosis lateral amiotrófica, un mal que inhibe el funcionamiento de las neuronas motoras y produce la parálisis paulatina y total de algunos músculos del cuerpo, aunque sin afectar la capacidad mental del paciente.
La enfermedad progresiva fue restringiendo paulatinamente su capacidad motriz hasta que el 18 de enero último anunció en la Revista Viva que dejaría de dibujar sus historietas, debido a que había perdido el completo control de su mano derecha a causa de la dolencia.
Las tiras continuaron apareciendo sin embargo en las publicaciones, debido a que otros historietistas y amigos aceptaron hacer los dibujos, que desde entonces llevaron su firma y la del colaborador. (Agencias)
