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Ex vocalista de The Verve rompió silencio discográfico de tres años

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Autor: Cooperativa.cl

Richard Ashcroft explicó las motivaciones para grabar "Keys To The World", álbum que registró en sólo dos días en un estudio británico.

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Tras un silencio musical que ha durado tres largos años, el británico Richard Ashcroft da un paso más en su carrera con "Keys to the World", su tercer álbum en solitario, con el que aborda temas densos como la depresión, la felicidad, el amor o la inmortalidad.

 

Después del varapalo comercial que sufrió su anterior trabajo, "Human Conditions" (Noviembre de 2002), al que la crítica no trató con demasiada amabilidad, el ex líder de The Verve continúa, en sus letras, con una tónica habitual en él y explora, según dijo en una entrevista, "algunas de las complejidades del universo".

 

Asignando a la melodía un papel estelar, algo que no es nuevo en Ashcroft, en los diez temas que grabó en tan solo dos días, en un estudio de Richmond (al suroeste de Londres), este cantautor de Wigan (norte de Inglaterra) no pretende vender "ningún Nirvana", pese a la compleja temática por la que se decanta.

 

"Siento que con este trabajo doy un paso más en la dirección adecuada. En cierta manera -explicó el cantante-, se trata de otro buen comienzo, aunque aún me quedan muchísimas cosas que explorar musicalmente hablando. No pretendo limitarme a escribir solamente canciones de contenido filosófico, sino que aspiro a que mis letras toquen temas específicos".

 

Con "Keys To The World", Ashcroft, que no se despoja de sus características gafas de sol, estilo "seventies", ha intentado ser "más conciso" a la vez que "universal", sin que por ello el álbum pierda "actualidad".

 

Los temas del ex de The Verve reflejan "todas estas bandas sonoras que tiene la vida, y todas las emociones -dijo- que he experimentado hasta la fecha".

 

Confeso admirador de gigantes de la música como Bob Dylan, Johnny Cash o Marvin Gaye, Ashcroft coquetea, siempre que puede, con el rock, el funk, el country, el soul o el blues y reconoce que con Parlophone, la firma discográfica con la que fichó tras la desintegración de Hut -sello al que estuvo ligado con The Verve- se siente "más cómodo".

 

Durante el lapso de tiempo entre "Human Conditions" y "Keys To The World", Richard ha vuelto a ser papá, una experiencia que, admite, probablemente ha afectado "de alguna manera" a su manera de hacer acordes.

 

"Ser padre no hace que tus canciones suenen más blandas. Es muchísimo más complejo que todo eso. Los niños te hacen sentirte más satisfecho contigo mismo, -comenta el británico-, no te hacen alcanzar un estado de Nirvana. Te aportan responsabilidad, un amor que nunca antes habías sentido y a la vez un sentimiento de mortalidad que no te habías parado a ponderar".

 

Aunque tiende a enfrascarse en largos monólogos en los que hila sin pausa política, música, o se detiene simplemente a hacer observaciones sobre las "dos grandes píldoras tranquilizantes del universo: la fe y el consumismo", se reconoce "tímido e introvertido".

 

La música para Ashcroft es su "terapia" y con ella transmite "esos sentimientos de angustia, desesperación, éxtasis, amor".

 

Si bien los términos abstractos abundan en la conversación con el músico de Lancashire, aclara que su intención es "llegar a ser espiritual sin sonar hippy".

 

Del nuevo álbum, se refiere con orgullo a "Sweet Brother Malcolm", uno de los temas que recuerda a la "Inglaterra perdida de la que hablaba Ray Davies", una canción con aires "folkies", que escribió inspirado en los tributos florales que se ven en las carreteras.

 

Con acordes pegadizos, no tan diferentes del trabajo anterior, el primer sencillo, "Break The Night With Colour", ha logrado mantenerse entre los diez temas más escuchados en el Reino Unido durante más de tres semanas. "Y si tienes la suerte de conectar con la gente, genial, ¿Qué más se le puede pedir a la vida?". (EFE)

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