El intérprete "Cucurrucucú paloma", fallecido el pasado lunes, fue el principal cultor del falsete musical, lo que lo hizo conocido en toda América Latina en los años 40 y 50.
El hijo del cantante mexicano Miguel Aceves Mejía, considerado El Rey del Falsete y fallecido el lunes a los 90 años, informó que la familia desea realizarle un homenaje en el destacado Palacio de Bellas Artes de la capital azteca.
Los restos del intérprete, quien estaba afectado desde hace varios días por una bronquitis, son velados desde la noche del lunes en una conocida funeraria de la colonia (barrio) Del Valle, en donde familiares, amigos y admiradores se han congregado para darle el último adiós.
Su hijo, Miguel Aceves Mejía Martínez, comentó que está en conversaciones con las autoridades del Palacio de Bellas Artes para que se le rinda un homenaje de cuerpo presente.
Nacido en 1917, en Chihuahua, Aceves Mejía, cuyo mechón blanco al frente, además de su potente voz, lo caracterizaba del resto de los cantantes de música mexicana, trabajó también como histrión en la Época de Oro del cine mexicano, en donde escribió una página en la historia de la música y la cinematografía nacional.
Algunas de las cintas en las que participó fueron "Donde nacen los pobres", "Por querer a una mujer", "La mentira", "Cartas a Ufemia", "A los cuatro vientos" y "El vengador solidario".
En el ámbito musical se le recuerda por piezas como "Ya se va la embarcación", "Carabina 30-30", "Cucurrucucú paloma", "El crucifijo de piedra" y "Tomando ron con coca cola", que fue la única de corte tropical que grabó, entre muchas otras.
Aunque Aceves Mejía no inventó el falsete, hizo de ese estilo un sello distintivo entre los solistas.
De esa forma, se destacó en esa modalidad, en la interpretación de temas como "El pastor", "Ruega por nosotros" y "El jinete", mismas que le valieron gran lucimiento en sus incursiones por Sudamérica, zona en la que se convirtió en el primer mexicano en difundir la música tradicional mexicana.
Tanto fue su éxito en Sudamérica, que estableció amistad con el entonces presidente argentino Juan Domigo Perón. De hecho, cantó el huapango "Ruega por nosotros" ante Evita Perón. Para darle más énfasis al tema, Miguel se arrodilló al interpretar la canción y poco después se enteró que el presidente de Argentina lloró al escucharlo.
A Miguel Aceves Mejía le sobrevive su esposa Antonia Ramona Martínez de Aceves Mejía, y su hijo Miguel Santiago Aceves Mejía Martínez. (Agencias)
