Sensualidad y erotismo fueron protagonistas en la noche del viernes en el Estadio "Víctor Jara", donde cerca de 1.500 personas asistieron al primero de los dos conciertos del festival Santiago Urbano Electrónico (SUE).
Las mujeres fueron quienes marcaron la pauta de la jornada musical, con Jody Sternberg, la nueva vocalista de la banda británica Morcheeba, en la que siguen los hermanos Ross (guitarras) y Paul Godfrey (sintetizadores), acompañados de un bajo, una batería y un DJ. Es decir, todo en vivo.
Sternberg, la tercera fémina que ocupa el puesto en que se hizo conocida Skye Edwards -reemplazada brevemente por Disey Martey en 2004- conquistó rápidamente al público chileno con un timbre de voz no muy distinto al de la cantante original de "Rome wasn't built in a day", pero con una presentación enriquecida por un manejo de escenario muy potente.
La intérprete -que fue constantemente elogiada por el cerebro de la banda, Ross Godfrey- se movió con libertad en el escenario, coqueteó con el público, saltó y bailó y se ganó una ovación con sus interpretaciones en el saxofón y la flauta traversa.
Pero Sternberg sólo fue la cara nueva -y bienvenida por los presentes en el recinto de la comuna de Santiago- de una banda británca que desde "Fragments of Freedom", de 2002, está más vinculado al pop que al trip hop que los vio nacer en 1994.
La mayor parte de las canciones con que la banda deleitó al público -que en su mayoría fue a ver al grupo de los hermanos Godfrey- fueron precisamente de la etapa más soul de la banda, con temas como "Be Yourself" y el mismo "Rome wasn't built in a day".
Pero además el concierto sirvió de presentación para el nuevo trabajo del grupo, "The Antidote" -en que cantó Disey Martey, ex Noonday Underground-, labor en que destacó el trabajo de Ross Godfrey en las guitarras, con amplio manejo de estilos blues -cita a Muddy Waters incluida-, funk y rock.
Fue tal la acogida del público a Morcheeba, que fueron los únicos que en toda la noche llamados de vuelta al escenario.
La otra mujer que acaparó aplausos -y piropos- fue la voz de Brazilian Girls, Sabina Sciubba, que ataviada de un traje blanco casi transparente recordó a Björk, pero con una figura más estilizada y al ritmo del bossa nova.
Porque, a pesar de lo que indica su nombre, Brazilian Girls es una banda de hombres encabezada por Didi Gutman en los teclados, ex director de la banda de Bebel Gilberto, hija de Joao Gilberto, que de sudamericano sólo tiene su amor por la música hecha en Río de Janeiro.
Canciones como "Lazy Lover", "Pussy" y "Don't Stop" fueron interpretadas por el cuarteto -que completan Jesse Murphy en el bajo y Aaron Johnston en la batería- para un público que enganchó rápidamente con el estilo sensual de Sciubba, que terminó de ganarse al respetable tras interpretar "Me gustas cuando callas", bossa-electrónico que musicaliza el Poema 15 de Pablo Neruda, tema presente en el disco debut de la banda, el homónimo "Brazilian Girls".
La sorpresa: Fischerspooner
Justo antes de Brazilian Girls y Morcheeba, salió al escenario el dúo neoyorquino Fischerspooner, que, sin embargo, se presentó como una completa banda con guitarra, bajo, batería, teclados, y corista. Todos uniformados con trajes amarillos y blanco.
Sólo luego de una pequeña introducción apareció en el escenario la mitad más conocida del grupo, Casey Spooner -la otra es Warren Fischer-, vestido con una capa roja, ajustadas ropas de cuero del mismo color y un cintillo dorado en la frente.
Con una vestimenta que fue disminuyendo a medida que avanzaba el show, Fischer saltó, se subió a los parlantes y corrió hasta el cansancio, entonando las melodías de la banda electroclash, que saltó a la fama en Estados Unidos con su disco "#1" y el single "Emerge".
Con canciones evidentemente destinadas a la pista de baile -"dance motherfuckers" fue una de las invitaciones que el vocalista hizo al público-, el dúo se fue entre aplausos y gritos de parte del "respetable".
El único que no vio su premiada su actuación por la aclamación general fue el joven DJ británico Dizzee Rascal, quien abrió la jornada a las 20:30 horas, cuando en el Estadio "Víctor Jara" habían alrededor de 500 personas.
El londinense, de sólo 18 años, apareció en el escenario acompañado de un MC y un DJ que con asombrosa habilidad pinchaba sus discos con una sola mano y con ayuda de su nariz, debido a problemas en su brazo derecho.
La música de Rascal combina rimas hip-hop que ineludiblemente hablan de su origen en los barrios populares del este de Londres, con potentes bases de drum & bass, características de sus dos únicos y recientes trabajos, "Boy in da Corner" (2004) y "Showtime"(2005).
Para este sábado, la invitación de la segunda y última jornada de SUE 2005 es de tintes más rockeros. Estarán Kings of Leon, banda que retoma el historial más clásico de la música estadounidense combinando country y punk y The Strokes, nombrados en su momento salvadores del rock and roll tras la edición de sus exitosos dos primeros álbumes "Is this it" (2001) y "Room on fire" (2003). (Cooperativa.cl)