En un camión que viajó en el tiempo desde la Unidad Popular y gritando consignas alusivas a aquel período llegó Quilapayún hasta la Plaza de la Constitución para dar así inicio a la celebración de sus 50 años de historia.
Fueron más de ocho mil personas las que llegaron hasta la plaza trasera de La Moneda para presenciar un show que en dos horas y media repasó canciones de todas las épocas del conjunto, incluso una fusión con "The Wall" de Pink Floyd al momento de tocar "La muralla", así como temas de Víctor Jara y Violeta Parra.
"Es uno de los conciertos más lindos que hemos hecho en toda nuestra vida artística, un concierto que fue apoyado por la gente, por las autoridades, llegaron miles de personas a cantar con nosotros. Yo creo que reivindicamos muchos valores que andan un poco perdidos hoy día en Chile y eso yo creo que la gente lo siente con mucha fuerza", dijo tras bajarse del escenario Eduardo Carrasco, uno de los fundadores y director musical de la banda.
Un espectáculo gratuito que también tuvo una puesta en escena marcada por la teatralidad, el humor y la contingencia, y hasta donde llegaron Manuel García, Inti Illimani Histórico y Julio Carrasco para sumarse al festejo. Además de contar con homenajes a Víctor Jara, Willy Oddó y Roberto Matta.
Manuel García fue el encargado de recordar al fallecido pintor chileno, al representar de manera simbólica el discurso que el artista plástico pronunció en 1979 y que el conjunto lo convirtió en canción en el mismo año. Tras la interpretación de "Matta", el cantautor nacional subió al escenario cubierto de papeles, que luego le fueron quitados por los miembros de la agrupación.
"Ser un personaje de papel que encarna de alguna manera el discurso de Matta y luego traspasar eso para entrar en un tema de Víctor Jara, que es 'El cigarrito', ya todo aquello fue una emoción tremenda, al igual que conectar con esa comunión que significa Quilapayún con su publico", confidenció García.
Allende y Pinochet
Pero el show no solo contó con músicos nacionales de invitados, pues también estuvo presente Palta Meléndez, caracterizado como el presidente Salvador Allende, y ya al fin del concierto un Augusto Pinochet inflable fue el protagonista de una performance que incluyó un minuto de no silencio hacia la figura del dictador.
"Me pasaron cosas muy fuertes por dentro, de hecho me dieron ganas de llorar en el escenario de emoción, tuve que controlar los pucheritos que se me venían. Estoy feliz porque es una noche emocionante y una noche histórica", aseguró Palta Melendez.
El humorista pronunció un discurso escrito por Eduardo Carrasco, pero al cual le agregó una mirada del Chile actual y contingente: "Porque creo que el presidente Allende si estaría presente su opinión sería esa en relación a la crisis de confianza que estamos viviendo en el Chile de hoy".
Por su parte Patricio Pimienta, el director artístico del espectáculo, manifestó que desde un comienzo planteó el concierto como un viaje de emociones "pasar por el humor, la ironía, pasar por el grito, por la catarsis. Cuando la gente le grita a Pinochet, eso fue catarsis, cuando está Allende aquí presente, eso fue emotivo, al igual que la llegada de los chicos en camión en un comienzo".
Entre las más de ocho mil personas que llegaron hasta el lugar, se contó con la presencia de autoridades políticas como la ministra Claudia Barattini, la senadora Isabel Allende y el canciller Heraldo Muñoz, quienes se sumaron a fanáticos que llegaron de todas partes, incluso de lugares tan lejanos como Valdivia.
"Escuché ayer a Cecilia Rovaretti que estaban hoy día los Quilapayún, así que armé viaje altiro con mi señora y después de cuarenta y dos años los vengo a ver de nuevo. Le doy gracias a Dios que pude volverlos a verlos", dijo a Cooperativa Víctor Vidal.
El concierto finalizó con la banda e invitados interpretando en conjunto "El pueblo unido jamás será vencido".