Slayer volvió a descargar su furiosa música sobre Santiago
Tom Araya y compañía estuvieron 90 minutos sobre el escenario.
Este viernes la cita con el cuarteto es en el Polideportivo de Viña del Mar.
Tom Araya y compañía estuvieron 90 minutos sobre el escenario.
Este viernes la cita con el cuarteto es en el Polideportivo de Viña del Mar.
Con buen o mal sonido, en 1994 o 2011, Slayer cumplió a cabalidad con sus seguidores chilenos en su cuarta visita a Santiago, que logró otro recinto lleno. En una hora y 30 minutos, la banda que define el thrash metal repasó sus himnos y también mostró parte de su último disco, "World Painted Blood".
La jornada comenzó a las 21:00 horas con la banda chilena Thornafire, justo después de que unas 200 personas sobrepasaron los controles de seguridad del recinto e ingresaran sin entrada. Cinco minutos para las 22:00 todo se apaga y los primeros acordes de Slayer desordenan completamente el Movistar Arena.
Tom Araya, Kerry King y Dave Lombardo mostraron su sintonía, esa que comenzaron a cultivar a principios de los 80 en California. Gary Holt, el guitarrista invitado, cumple su tarea, pero al cuarteto le hace falta el por ahora enfermo Jeff Hanneman.
Araya vuelve a ser el centro de la atención, agradece sentido y esboza chilenismos, también recuerda que le faltan cuatro días para llegar al medio siglo, el público prefiere no contar e igual corea "cumpleaños feliz".
Pero el vocalista, el "hueón" -como se define-, no sólo rìe, también ironiza y cuando la gente le responde que sí se considera libre lanza un "¿están seguros?".
Slayer ya tocó, ahora viene Viña, sigue adelante la música y la leyenda del chileno que triunfó en Estados Unidos y marcó un estilo de música, el quizás más violento, aunque ningún "demonio" haya aparecido por el escenario, como aún en 2011 muchos temen.