Rubia, veinteañera y famosa por su papel de "Jenny Humphrey" en la serie "Gossip girl", la vocalista de The Pretty Reckless, Taylor Momsen, quita hierro al revuelo generado por su desnudo en la portada del nuevo disco del grupo, ya que para ella "la sexualidad y la música van unidas porque son humanas".
Pese a mostrar su esbelta figura en el álbum "Going to hell" con una cruz dibujada en su cuerpo, Momsen mantiene que no es la provocación ni la controversia su as en la manga para vender discos.
"Mi única forma de conectar con los 'fans' son mis letras, a través de ellas es cuando realmente me desnudo", asegura en una entrevista con Efe en Madrid, con motivo de su paso por España como telonera del grupo Fall Out Boy.
La música es "mi salvación", añade Momsen, quien mantiene el equilibrio sobre grandes plataformas y luce un collar de perlas, que contrasta con bisutería "rockera" en consonancia con sus preferencias musicales, plasmadas también en las letras que dan vida a un trabajo que "huye de ornamentaciones y arreglos" y que cede el protagonismo a una voz potente, a veces muy íntima, que se mezcla con sonidos guitarreros y "hard rock".
A Taylor Momsen le gustan las referencias bíblicas, como demuestra el título de algunos de sus temas, en los que el cielo y el infierno son dos destinos no excluyentes. Una cruz como firma del grupo y una visión redentora de la música como la mejor exorcista de los demonios completan la simbología mística de esta joven actriz, modelo y cantante que toca el piano y escribe sus propias canciones.
"La soledad o la vida, que a veces es un asco", inspiran a esta compositora que saltó a la fama por su papel de "Jenny Humphrey" en la conocida Gossip Girl. Prefiere que se le identifique por su música, pero no le importa hablar sobre un pasado que lejos de avergonzarle, como ocurre en el caso de otras artistas como Miley Cyrus, le recuerda la variedad de facetas con las que es capaz de crecerse.
Flanqueada por los corpulentos guitarristas que forman parte de The Pretty Reckless y que también apadrinan al ambicioso proyecto de Momsen, la joven de Misuri (EE.UU) parece más frágil y delicada, pero la concisión de sus palabras revela una personalidad segura.
Sus seguidores
Entre algún que otro taco, la cantante describe lo "increíble" que es actuar sobre un escenario y encontrarse "con seguidores que, a pesar de no tener como lengua nativa el inglés, se saben todas tus canciones". Su "look" un tanto gótico, que incluye unos perennes lentes de sol, dice mucho de la rebeldía de esta artista que con tan solo dos años ya hizo sus pinitos en la publicidad y en el cine.
Ha intervenido en películas como "El grinch" (2000) o "Paranoid park" ("Parque paranoico", 2007), pero su sueño es continuar viajando con su guitarra a cuestas. De estos días en España destaca "la gente y lo alto que gritan en los conciertos" sus seguidores, que han podido escuchar un adelanto del álbum que verá la luz el 17 de marzo, "uno de los más íntimos".
Algunos le llaman "it girl" (chica que marca tendencia) por sus atrevidos estilismos que apuestan por camisetas desgarradas y dos colores fetiche, el blanco y el negro, que para ella representan el espíritu del "rock and roll". Su relación con la moda viene de lejos con algún trabajo para John Galliano, y hasta hace sus pinitos como diseñadora creando parte del vestuario que exhibe en los conciertos.
Si ella es una referente para miles de adolescentes, sus ídolos se mueven en la esfera musical más icónica. The Beatles nunca fallan en su reproductor de música y junto a ellos suelen sonar grupos como Led Zeppelin, Nirvana, Pink Floyd, Pearl Jam o Soundgarden.
Aunque aún es joven para saber qué senderos va a tomar su carrera, tiene claro que la música es la vía de expresión más real y sincera con la que puede presentarse al mundo. "Seguiré escribiendo canciones hasta que el agotamiento pueda conmigo, no me importa si venden o no, no puedo abandonar esta parte de mi alma", confiesa.