El Teatro Caupolicán sucumbió ante el electropop de Hot Chip
Los británicos se presentaron por 80 minutos ante casi cinco mil personas.
Fueron teloneados por el chileno Gepe y el británico James Yuill.
Los británicos se presentaron por 80 minutos ante casi cinco mil personas.
Fueron teloneados por el chileno Gepe y el británico James Yuill.
Un show lleno de electropop fue lo que presentó la noche de este miércoles la banda británica Hot Chip en Santiago.
El espectáculo partió con los sonidos de Gepe acompañado de dos músicos que lo apoyaron en la guitarra y coros. El intérprete nacional se paseó por sus éxitos y, mientras demostraba sus dotes vocales, tuvo tiempo para apoderarse del teclado y luego de la batería.
Con las bases emitidas por un notebook que estuvo a su lado en todo momento, el chileno hizo gala de una obertura folk que dio paso a los beats electrónicos del británico James Yuill.
Armado con sintetizadores, teclados y guitarra, el londinense mostró un listado de canciones en clave electroacústica, que calentó el ambiente antes de dar paso al número central de la noche, tras completar un repertorio de poco más de media hora.
Una pista de baileA las 23:00 horas, el quinteto originario de Leeds, Inglaterra, comenzó su show con "And I was a boy from school" para el deleite de las casi cinco mil almas que se reunieron en el Teatro Caupolicán.
Entre cervezas, bebidas energéticas y baile, destacaron los temas "One life stand", "Hand me down your love" y "Take it in", que el público celebró eufóricamente. Luego, a eso de las 00:00 horas, Hot Chip lanzó "Hold on" antes de hacer una breve pausa.
Cinco minutos bastaron para que Alexis Taylor y compañía retornaran a escena con el bis que cerró la presentación. "I feel better", "No fit state" y la festejada "Ready for the floor" completaron un setlist que alcanzó la hora y 20 minutos de duración.
La velada fue coronada con con un DJ set de NNM y, posteriormente, de los mismos integrantes de Hot Chip, quienes volvieron al escenario a eso de la una de la madrugada para pinchar discos y encender nuevamente el ambiente.