Según dijo, será un espacio que "permite creer en el ser humano".
Además, se refirió a su experiencia como conductor de "El juego del miedo".
El conductor de televisión Carlos Pinto adelantó a una Nueva Mañana el proyecto que pondrá al aire en el primer semestre de este año en TVN, un espacio donde se seguirá la vida post cárcel de algunas personas.
"Estoy preparando un programa de cárcel, fantástico, emocionante. Es un reality pequeñito, es un acercamiento distinto a la cárcel, es un programa fantástico. Vamos a hacer las cosas que probablemente nunca hicimos en años con vivir en la cárcel", señaló.
"Es algo muy emocionante, que es un programa que va a dar un respiro y además un programa esperanzador, que te permite creer en el ser humano y es emocionante, para este semestre".
Sin miedo a los resultados de sintonía
"Te mentiría si te dijera que no me gusta ganar, pero que no me preocupa (derrotar a los otros canales), no me preocupa, no es algo que esté en mí, siento que cada vez que uno mira para el lado, pierde tiempo de avanzar", dijo.
Según él, en "'El juego del miedo' estamos centrados, "yo particularmente, en hacer bien esto y creo que se está haciendo bien y tampoco soy un experto en reality".
"Es un mundo nuevo que lo estoy aceptando con el mayor profesionalismo que puedo hacerlo, y con eso estoy tremendamente encantado", sostuvo.
Recalcó que está muy sorprendido con lo que le ha tocado vivir en cuanto al formato reality. "No me gustaban porque los veía sobreactuados, los veía muy preparados, no me cabía en la cabeza a mi que personas que tuvieran un micrófono hablaran con algún grado de honestidad, de manera que eso me distanció", dijo.
Pinto señaló que "las grandes sorpresas que he sentido tienen que ver con haber desmitificado toda esta situación. Primero comprender que la realización de un evento de esta magnitud en televisión es muy grande, entender que cerca de 200 personas dan vida a un programa de este tipo, que partidamente un canal pequeño se ha instalado en este lugar, que se hace camino al andar porque no hay pauta que resista, aquí las cosas se van haciendo de acuerdo a como van sintiéndose, como se van captando a las personas que están allí".
"Lo que descubrí fundamentalmente es que estaba equivocado. Nada está preparado, hay cámaras robóticas, pero ellos están aislados absolutamente del mundo real. Están viviendo un encierro, literalmente están encarcelados", añadió.
