"Sin tetas no hay paraíso" busca revelar la realidad de las niñas colombianas, dijo su autor

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Autor: Cooperativa.cl

El colombiano Gustavo Bolívar aseguró que la motivación de su novela es "sembrar la duda" sobre las niñas de su país que se ponen implantes de silicona y empiezan a ganar dinero bajo el argumento de que son modelos.

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Gustavo Bolívar, novelista colombiano autor de "Sin tetas no hay paraíso", texto en que se basó la homónima telenovela de la cadena Caracol, aseguró que la motivación de la obra es alertar a las familias de que no todas las niñas menores de edad que ganan mucho dinero son modelos.

 

La telenovela "Sin tetas no hay paraíso", que cuenta la historia de Catalina, una joven que 17 años que sueña con alcanzar el éxito entre narcotraficantes gracias a los implantes de silicona, debuta este lunes en Chile a través de Cinema Golden Choice, canal que distribuye DirecTV.

 

El escritor explicó a Una Nueva Mañana que en las ciudades de Colombia donde existe gran influencia de "narcos", la expectativa de vida de las jóvenes, desde los 14 años, es hacerse cirugías plásticas para acceder a mafiosos que les cambien la vida, disfrazándolo de "modelaje".

 

"(Buscaba) abrir los ojos a muchas señoras que las hijas tienen engañadas contándoles que están modelando, son niñas que empiezan a manejar gran cantidad de dinero, estamos hablando de que ellas, por irse a una finca con un narcotraficante y ser famosas, pueden estar ganando 20 mil dólares y si es anónima mil o dos mil por un fin de semana (…) y lo disfrazan diciendo que son modelos", explicó el novelista.

 

"Lo que llamaba la atención era que había una gran deserción escolar, nos pusimos a investigar las causas y era que las niñitas estaban centrando sus expectativas de futuro en conseguirse un mafioso para que les arregle la vida, y para ponerlo lograr tenían que ponerse unos senos grandes porque a ellos les gustan así", agregó.

 

Respecto a la cercanía a la realidad de su novela, Bolívar afirmó que la historia es absolutamente real, aunque tuvo que modificarla de cierta manera para que no terminara siendo "una apología a la prostitución".

 

"Hasta por ahí la mitad del libro fue real, yo conocí la historia de cerca, conocí las niñas, pero hubo un momento en que tuve que novelarla porque corría el riesgo de hacerle una apología a la prostitución, esa es la razón por la que terminó siendo una novela y no una crónica", comentó el escritor. (Cooperativa.cl)

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