La misión de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) pidió a los talibanes levantar las restricciones contra las afganas que limitan su acceso al trabajo y a la educación, y advirtió de que el reciente veto a que las mujeres trabajen en las ONG agravará la crisis humanitaria vigente en el país asiático.
En una reunión entre el representante especial de la UNAMA, Markus Potzel, y el ministro del Interior afgano, Siraj Haqqani, el enviado de la ONU transmitió al Gobierno talibán "el llamamiento de la comunidad internacional para levantar las prohibiciones sobre el trabajo y la educación para mujeres y niñas", informó la UNAMA en Twitter.
"La prohibición de las trabajadoras humanitarias afganas profundizará la crisis humanitaria creando una mayor miseria económica y más aislamiento", agregó.
Sin embargo, Haqqani manifestó que esta serie de medidas están enfocadas al "bienestar del pueblo", aunque indicó que los dirigentes fundamentalistas están tratando de encontrar una solución compatible con la ley islámica o sharia.
"Se están haciendo esfuerzos para solucionar los problemas y se está trabajando en una solución razonable y permanente que sea compatible con las reglas de la Sharia y la cultura de nuestro pueblo", precisó el Ministerio de Interior afgano en un comunicado.
En el último mes, los fundamentalistas prohibieron el ingreso de las afganas en las universidades, extendiendo así el veto que ya les impedía acceder a las escuelas de secundaria, y vetaron que las mujeres trabajen en cualquier ONG al considerar que las trabajadoras no cumplen con las leyes islámicas por no usar velo.
Este último punto provocó la salida del país de varias organizaciones humanitarias, que afirmaron que no podían continuar con sus programas en esas condiciones, mientras que la ONU y otras organizaciones emitieron un comunicado conjunto alertando de que "será necesario detener muchas actividades" en Afganistán.