Estados Unidos congeló los bienes del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, de su esposa, así como de personas de su círculo interno, por "amenazar la paz y el proceso de reconciliación" en ese país.
El Departamento del Tesoro estadounidense indicó que Gbagbo "sigue demostrando un terco desprecio por la voluntad y el bienestar de los marfileños", según palabras del director de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros, Adam Szubin.
"La sanción de hoy aislará a él y a su círculo de allegados del sistema financiero mundial y subraya el deseo de la comunidad internacional de que abandone el poder", y lo entregue a Alassane Ouattara, considerado el presidente electo legítimo.
El 9 de diciembre en una carta enviada por el presidente Barack Obama a Gbagbo, se dejó claro que "si toma la decisión equivocada, eso llevará al aislamiento de Costa de Marfil y de su actual Gobierno, y que evaluaríamos posibles sanciones contra él y contra otros si fuera necesario", explicó entonces el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Los pasos a seguirWashington quiere que el presidente saliente abandone el poder y aboga para que deje también Costa de Marfil. Incluso ha dicho que evaluaría acogerle en EE.UU. si él estuviera interesado en esa opción.
La sanción forma parte de la condena internacional hacia la figura de Laurent Gbagbo por no aceptar los resultados de las elecciones del 28 de noviembre que, según los resultados de la Comisión Electoral Independiente (CEI) ganó Ouattara.
Su negativa ha generado una grave crisis en Costa de Marfil, pese a que el presidente saliente había prometido celebrar comicios libres, justos y transparentes, lo que llevó a la ONU a anunciar más "cascos azules" para contener los desórdenes.