La policía de la República Islámica de Mauritania dispersó este viernes a miles de manifestantes que salieron de la principal mezquita de Nuakchot para exigir la ejecución del bloguero Mohamed Cheij uld Mjaitir, condenado a dos años de prisión por publicar un artículo considerado insultante contra el profeta Mahoma.
Según pudo constatar Efe, los manifestantes se concentraron después del rezo musulmán del mediodía del viernes en la entrada de la mezquita Al Yamaa al Kabir, en el centro de la capital del país ubicado en el noroeste de África. Poco tiempo después, los antidisturbios de la policía intervinieron con garrotes y granadas de gas lacrimógeno para desalojar a los manifestantes.
Esta protesta, que tenía previsto convertirse en una marcha hacia el Palacio Presidencial, fue convocada para rechazar la sentencia del Tribunal de Apelación de Nuadibú, a 470 kilómetros al norte de Nuakchot, que conmutó el jueves la pena de muerte que pesaba desde finales de 2014 contra el polémico bloguero mauritano y le condenó en un nuevo juicio a dos años de prisión.
Otras manifestaciones salieron de diferentes mezquitas de Nuakchot pero ninguna de ellas pudo continuar frente al gran despliegue de las fuerzas policiales, que tomaron el control de las principales calles de la urbe: un número indeterminado fueron arrestados y algunos de ellos quemaron neumáticos en algunas calles del centro de la ciudad, lo que llevó a los locales de esa zona a cerrar las puertas por miedo a que estallasen actos de vandalismo.
La noche del jueves, la Fiscalía General en Mauritania decidió recurrir la sentencia por la que fue condenado a dos años de cárcel Mjaitir, de unos 30 años, y que ha cumplido cuatro años en estado de detención preventiva, pero todavía está encarcelado.
El observatorio Human Rights Watch (HRW) llamó esta semana a las autoridades mauritanas a "abandonar todas las acusaciones dirigidas contra Mjaitir en violación de la libertad de expresión": "Mauritania no debe acusar a una persona de apostasía y menos a un bloguero a muerte por una acusación absurda basada en un artículo que ha escrito", según declaró Sarah Leah Wihston, directora de la división Medio Oriente y Norte de África.