El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, consideró este sábado en París al grupo Boko Haram como "el Al Qaeda del África occidental", al tiempo que negó que se trate de un grupo que actúa estrictamente en su país.
"Boko Haram no es sólo un grupo local, desde 2009 su actividad es la de una organización de Al Qaeda, es la Al Qaeda de África occidental", aseguró el presidente nigeriano durante la reunión que mantuvo en París con sus homólogos de sus países vecinos para combatir a este grupo terrorista, tras el secuestro de más de 200 niñas en el norte de Nigeria.
Jonathan agradeció la cooperación a sus homólogos y destacó que el trabajo debe también servir para encontrar a las niñas secuestradas.
"Estamos comprometidos a localizarlas y que puedan reunirse con sus familias. Nigeria tiene 20.000 soldados en el norte, donde está el grupo, usamos medios aéreos, espionaje y contamos con el apoyo de Francia, Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros", aseguró.
Jonathan destacó la importancia de hacer "un planteamiento regional" para erradicar a este grupo que actúa sobre todo en Nigeria pero que se refugia y se rearma en otros países.
En este sentido, el presidente francés, François Hollande, anfitrión del encuentro, afirmó que han podido probar que Boko Haram tiene vínculos con todos los grupos terroristas que actúan en África, en particular con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
"Boko Haram se ha convertido en una amenaza importante"
"Boko Haram se ha convertido en una amenaza importante para el oeste de África y ahora también para África central. Sus vínculos con AQMI y otras organizaciones terroristas han sido probados", indicó Hollande.
El presidente francés aseguró que el grupo terrorista "tiene una estrategia contra la civilización y de desestabilización de Nigeria", pero también "de destrucción de los principios fundamentales y de la dignidad".
Además de los presidentes de Francia y Nigeria se reunieron en París los jefes de Estado de Chad, Idriss Déby; Níger, Mahamadu Isufu; Benin, Thomas Boni Yayi; y Camerún, Paul Biya, junto al ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y la subsecretaria adjunta de Asuntos Políticos de Estados Unidos, Wendy Sherman.