La canciller alemana, Angela Merkel, mantiene una ventaja de 14 puntos sobre el socialdemócrata Martin Schulz, ante el único cara a cara televisivo previsto entre ambos líderes, que se celebrará este domingo a tres semanas de las elecciones generales.
El sondeo publicado por la edición dominical del popular diario Bild pronostica que el bloque conservador de Merkel obtendrá en los comicios del 24 de septiembre un 38 por ciento, mientras que al Partido Socialdemócrata (SPD) del aspirante se le vaticina un 24 por ciento.
La Izquierda defiende su posición de tercera fuerza, con un nueve por ciento, aunque seguida de cerca por el Partido Liberal (FDP), los Verdes y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), empatados los tres en el ocho por ciento.
El cara a cara televisivo de este domingo se considera como la única gran oportunidad para Schulz de acortar distancias respecto a la canciller, ya desde hace meses los sondeos colocan a su partido claramente por debajo del bloque conservador de Merkel.
El debate es una producción entre las dos cadenas públicas nacionales -ARD y ZDF- y las dos principales privadas -Sat1 y RTL-, que empezará a las 18:15 GMT y durará 90 minutos.
¿Elección sin sorpresas?
Merkel, en busca de la reelección a un cuarto mandato, se enfrentará así en ese formato a su cuarto rival socialdemócrata, tras haber apeado del poder en 2005 a Gerhard Schröder, y derrotado a Franz Walter Steinmeier y Peer Steinbrück en 2009 y 2013, respectivamente.
Schulz, designado líder y candidato del SPD hace apenas unos meses, cuenta con la ventaja de no estar implicado en la actual gran coalición de Gobierno -tanto Steinmeier como Steinbrück habían sido ministros en la primera legislatura de la canciller-, lo que le da mayor margen de maniobra para atacar la gestión de Merkel.
La mayoría de los medios alemanes no consideran que se pueda dar un vuelco radical a los sondeos ni producirse grandes sorpresas, ya que tanto la canciller como el aspirantes son políticos de talante moderado y nada amigos de la agresividad verbal.
Entre los temas destacados del duelo se apuntan desde la acogida de refugiados al escándalo de la manipulación de datos en los motores diesel, la precarización laboral y las llamadas jubilaciones de miseria, así como las tensiones con Turquía tras los sucesivos encarcelamientos de ciudadanos alemanes por razones políticas.
El duelo televisado está precedido por la controversia generada en los medios alemanes por el rechazo de Merkel a flexibilizar el formato dado de antemano a ese duelo o a permitir un segundo encuentro con Schulz en la recta final ante las elecciones.
La líder conservadora ha argumentado que su formato no se desvía del de anteriores duelos entre los candidatos de las grandes formaciones, implantados en tiempos del canciller Schröder.
Pese a no se pronostica que vaya a producirse un vuelco radical en las espectativas de voto de uno y otro, se estima que el espacio tendrá una audiencia de unos 20 millones de telespectadores, algo por debajo del récord alcanzado en 2005 por el debate entre Schröder y la entonces opositora Merkel.