Israel y Alemania cooperarán para perseguir a sospechosos nazis
Ambos gobiernos cuentan con un listado de 4.000 nombres de sospechosos.
Esto, luego de la condena del ucraniano John Demjanjuk el pasado 12 de mayo.
Ambos gobiernos cuentan con un listado de 4.000 nombres de sospechosos.
Esto, luego de la condena del ucraniano John Demjanjuk el pasado 12 de mayo.
Israel y Alemania iniciaron una campaña legal para perseguir y llevar a juicio a cientos de criminales de guerra nazis, informa el diario israelí Haaretz.
Tras la condena el pasado mayo del ucraniano John Demjanjuk, el centro caza-nazis Simón Wiesental empezó una estrecha cooperación con representantes de la Oficina Central de las Administraciones de Justicia del Estado, en Stuttgart, para acelerar la investigación de casos similares.
Según el rotativo, hay una lista formada por unos 4.000 nombres de sospechosos, si bien muchos de ellos estarían muertos o enfermos y no podrían ser sometidos a juicio.
La iniciativa se produce después de que Demjanjuk, de 91 años, fuese condenado el pasado 12 de mayo en Munich a cinco años de cárcel por complicidad en el asesinato de 28.060 judíos durante el nazismo, tras haber sido deportado de EEUU, donde vivía desde los años 50.
El condenado, nacido en Ucrania en 1920, fue capturado por los nazis en 1942 siendo soldado soviético y convertido en guarda voluntario o "Trawniki" del campo de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada.
Su condena en mayo fue por "complicidad en el Holocausto" y por "participación en la maquinaria exterminadora nazi", no porque se le pueda atribuir ningún caso concreto de asesinato, en los 28.060 judíos muertos en Sobibor en los seis meses en que sirvió ahí.
El campo de Sobibor fue construido exclusivamente para el exterminio de judíos deportados de toda Europa, que eran asesinados en las cámaras de gas pocas horas después de su llegada.
Su caso es el primero en que se ha obtenido una condena en un caso de nazismo sin evidencias directas de participación en un asesinato específico, por lo que abre la puerta a futuras condenas de ese tipo.
El Centro Simon Wiesenthal intenta que, tras esta sentencia, el sistema judicial alemán comience a tramitar miles de casos similares, que podrían sentar a decenas de sospechosos en el banquillo.