El mandatario ecuatoriano afirmó que la OEA está "prácticamente neutralizada por la presencia de Estados Unidos", como probó la reciente crisis con Colombia.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se mostró entusiasmado con la posibilidad de crear una "organización de estados latinoamericanos", para contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región, al recordar la intervención de Washington en la crisis que se desató entre su país y Colombia, por la incursión militar en que murió el segundo jefe de las FARC, "Raúl Reyes".
En una entrevista publicada este domingo por el diario argentino Clarín, el mandatario afirmó que "la OEA está prácticamente neutralizada por la presencia de Estados Unidos, y ahora hay una Latinoamérica que ya no responde a patrones".
"De hecho hubo presiones para que la región no se involucrara en el problema y que quedara todo entre Colombia y Ecuador", citó, aludiendo a la influencia de Estados Unidos.
"Gracias a Dios y a la solidaridad de América Latina resolvimos en favor de la paz y de Ecuador esta agresión sufrida. Se puso fin al intento de traer la 'doctrina Bush' de intervención, un peligro para la integridad latinoamericana", advirtió Correa.
La publicación se conoce justo cuanto se espera la llegada del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, a Ecuador, para viajar el lunes a la zona fronteriza donde se produjo la incursión colombiana en el operativo contra un campamento de las FARC.
Durante la entrevista, realizada en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo ecuatoriano, el mandatario afirmó además que su Gobierno se tomará "el tiempo necesario" para restablecer las relaciones con Colombia, pese a que la tensión fue resuelta durante la XX Cumbre del Grupo Río.
"Latinoamérica estará vigilante para que nunca más se repitan hechos así. Como dije ante el Grupo Río: no nos confundan, el problema no es Ecuador, ni Perú, ni Brasil, el problema es Colombia. Somos un país neutral que sufre ese conflicto", dijo.
Correa indicó además que la intervención que protagonizó Colombia el pasado 1 de marzo en territorio ecuatoriano no fue la primera, aunque las anteriores fueran negadas.
"Este es el caso más grave y verificable. Antes era más difícil la verificación de los hechos. Ahora hay pruebas: guerrilleros dormidos, incursión aérea y tropas de elite que masacraron. Fue espeluznante, tiros por la espalda, personas heridas y abandonadas e investigamos si hubo ayuda extranjera", dijo.
El presidente destacó que "hoy como nunca está claro para la región que no se pueden hacer esas acciones ni violar el derecho internacional", lo cual "es un gran logro para Ecuador -también lo fue en la difícil batalla mediática- y para toda la región".
"Nuestras expectativas se cumplieron. Pocas veces en la historia latinoamericana se solucionó un caso tan grave tan velozmente y de modo tan contundente en favor de la verdad y la justicia. Yo creía que el Grupo Río no serviría para nada. Pero hubo un rechazo concreto de los presidentes a la postura colombiana", concluyó el mandatario.
Quito rompió sus relaciones diplomáticas con Bogotá -postura secundada por Venezuela y Nicaragua- tras un ataque militar colombiano a una base de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, en el que murieron el portavoz internacional de esa guerrilla, "Raúl Reyes", y al menos otros 24 presuntos rebeldes.
En la Cumbre del Grupo de Río celebrada el pasado viernes en Santo Domingo, el conflicto se resolvió cuando el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, pidió disculpas y aseguró que nunca se producirá un ataque semejante fuera de su país. (EFE)
