El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió este sábado que los "poderosos de siempre" podrían justificar ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la incursión militar colombiana del pasado 1 de marzo en territorio ecuatoriano, donde se había instalado un campamento clandestino de las FARC.
"Hay que ver qué pasa el lunes en la OEA" durante la reunión de cancilleres de ese foro americano, que tratará sobre la crisis entre Quito y Bogotá por la incursión de tropas colombianas a territorio Ecuatoriano el pasado 1 de marzo, en una acción militar que cobró la vida del número dos de las FARC, "Raúl Reyes", y al menos 25 personas más, señaló Correa en su programa radial de los sábados.
Sin embargo, advirtió de que en la cita de la Organización de Estados Americanos (OEA) pueden surgir los "poderes de siempre, respaldando al agresor", sin referirse de forma explícita a Estados Unidos, que ha apoyado al Gobierno de Bogotá.
Correa recordó además que su país dio "una gran lección" al gobierno de Colombia en la Cumbre del Grupo de Río, celebrada el pasado día 7 en la capital dominicana, por el rechazo de la mayoría de miembros a la acción militar en territorio ecuatoriano.
En esa operación contra una base de las Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), instalada de forma clandestina en la selva amazónica ecuatoriana, también fueron rescatadas heridas tres mujeres, incluida una estudiante universitaria mexicana.
Ese episodio generó una dura crisis diplomática entre Ecuador y Colombia, que se zanjó en la reunión de la Cumbre del Grupo de Río con el pedido de disculpas y el compromiso del presidente colombiano, Álvaro Uribe, de no volver a incursionar en territorio ecuatoriano.
Pese a dar por superada la crisis, ambos gobiernos no han limado totalmente las asperezas y se han enzarzado en una guerra de declaraciones, resonada por los medios de comunicación.
El jefe del Estado ecuatoriano subrayó que su país combate a las FARC, pero dijo que es difícil controlar los 500 kilómetros de frontera terrestre entre los dos países, sobre todo en la zona selvática de la Amazonía.
Correa hizo una analogía sobre la agresión colombiana con la presencia en la frontera entre España y Francia del grupo separatista vasco ETA.
"Es como si ustedes, hermanos españoles, porque hay etarras que se refugian en Francia, acusen a Francia de ser cómplice de los etarras y bombardeen Francia... ¡Imagínense!", expresó Correa.
Además, el presidente ecuatoriano ha dicho que la incursión de tropas colombianas "frustró" la liberación de rehenes en poder de las FARC, entre ellos el de la ex candidata presidencial en Colombia, la franco-colombiana Ingrid Betancourt, que gestionaban funcionarios ecuatorianos ante jefes rebeldes de esa agrupación.
"Seguiremos intentado (acciones) para liberar a los rehenes, entre ellos a ecuatorianos, como Marcelino Arreaga, pero jamás hemos tenido algo con las FARC", enfatizó Correa, tras criticar las versiones de Bogotá que han intentado vincular al Gobierno de Quito con el grupo rebelde.
"Seguiremos condenando sus actos (de las FARC) inhumanos como secuestros, bombazos (...). Somos hombres de izquierda, pero no por eso vamos a aceptar esas cosas que atentan contra los códigos de guerra, contra el derecho humanitario", añadió.
Además, dijo que "en donde ha habido siempre la vinculación de la clase política con la guerrilla, con los paramilitares y la droga, es en Colombia".
"La verdad se impondrá y el mundo sabrá que Ecuador es un país de paz, con un Gobierno honesto y que el problema está en Colombia", apostilló Correa. (EFE)