El titular de la OEA adelantó que habrá una nueva reunión de vicecancilleres de Colombia y Ecuador el próximo 9 y 10 de junio en la sede del organismo en Washington.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que se han registrado "avances importantes" en el proceso de acercamiento de posturas entre Colombia y Ecuador, y se mostró "optimista" acerca del futuro de las relaciones entre ambos países.
El titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) adelantó que habrá una nueva reunión de vicecancilleres de Colombia y Ecuador el próximo 9 y 10 de junio en la sede del organismo en Washington.
Además, sugirió que los ministros de Exteriores de los 34 países miembros se vuelvan a reunir en un plazo no superior a dos meses para analizar los progresos logrados.
Insulza presentó este martes a los cancilleres el informe sobre la tarea de mediación que le fue encomendada el pasado 17 de marzo en Washington en la XXV Reunión de Consulta de ministros de Relaciones Exteriores para restablecer la confianza entre los dos países.
El máximo responsable de la OEA admitió que el proceso puesto en marcha para superar la "grave afectación" de la confianza entre Colombia y Ecuador es "necesariamente complejo", ya que parte de una ruptura de relaciones, por la tensión y desconfianza entre los dos Gobiernos, que cuentan además con un amplio respaldo en la opinión pública.
No obstante, consideró que "que han existido avances importantes, tanto en la identificación y discusión de los temas que preocupan e interesan a las partes, como en el acercamiento de posiciones sobre algunos de estos temas".
El ex ministro del Interior y ex canciller explicó que hay cuatro áreas en los que existen "mayores" coincidencias y en los que hay avances.
El primer punto se refiere a la puesta en vigencia temporal de la Cartilla de Seguridad que había quedado suspendida después del 1 de marzo y que estará vigente hasta tanto se acuerden mecanismos más amplios de cooperación en materia de seguridad, aspecto sobre el cual existen coincidencias entre ambos países, indicó.
También hay progresos en la disposición de establecer un sistema de evaluación y cooperación en el área de seguridad que articule de manera integral la dimensión política y la dimensión técnica de "alta sensibilidad" en la frontera colombo-ecuatoriana.
De acuerdo con Insulza, los dos países han logrado, además, avances en procedimientos para encarar las declaraciones públicas que se consideran irritantes y las sensibilidades derivadas de la alta exposición mediática surgida después de la operación militar colombiana del 1 de marzo en suelo ecuatoriano.
Por su parte, destacó que el Gobierno colombiano entregará a las autoridades ecuatorianas los registros de vídeo del operativo aéreo sobre el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador.
El 1 de marzo Colombia llevó a cabo una acción militar en suelo ecuatoriano contra un campamento de la guerrilla, en la que murió el "número dos" de la FARC, "Raúl Reyes", y otras 25 personas, y dos días después Quito rompió las relaciones diplomáticas con Bogotá.
A pesar de los avances registrados, todavía existen temas que requieren una mayor discusión, comentó Insulza, quien subrayó que éstos tienen básicamente que ver con los efectos derivados de los hechos del 1 de marzo.
El titular de la OEA explicó que en los próximos días se terminarán de instalar las personas a cargo de la misión en Ecuador y Colombia, y que ya está conformado el equipo de seguimiento y acción rápida para examinar los problemas que surjan en la frontera.
De este modo, la misión mediadora podrá cumplir la tarea de verificar las denuncias que ambas partes formulen y buscar mejores entendimientos en el trabajo cotidiano de ambos países.
Insulza consideró que promover una solución duradera a la situación que afecta a Colombia y Ecuador requiere generar los contactos directos entre los Gobiernos para el seguimiento de los temas, prevenir el surgimiento de nuevas crisis y avanzar en un mejor entendimiento.
Por ello, calificó de "alentadora" la disposición de Ecuador y Colombia de examinar en un tiempo relativamente breve el restablecimiento de relaciones diplomáticas, incluso inicialmente en un nivel menor al de embajadores. (EFE)
