Las autoridades de rescate de Guatemala descartaron encontrar más sobrevivientes del alud que el pasado jueves arrasó con un asentamiento aledaño a la capital del país y dejó al menos 59 muertos y más de 350 desaparecidos, aunque mantienen "la esperanza", informaron diversas fuentes.
El encargado del puesto de control de la estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Sergio Cabañas, explicó que es "más difícil" que una víctima sobreviva por un desastre como éste que por un terremoto.
Según el último reporte del ministerio público, hasta el momento se han rescatado sin vida 59 cuerpos, al menos 7 de ellos menores de edad y solo 24 identificados.
Julio Sánchez, el vocero del comando de rescate ubicado en el lugar de los hechos, El Cambray II, del municipio de Santa Catarina Pinula, explicó que un total de 1.293 elementos "capacitados" trabajan en el área afectada, dividida en 5 sectores para "facilitar" las labores.
La Conred, por medidas de seguridad, ha prohibido el acceso a la "zona cero" de cualquier persona que no esté autorizada, y reiteró que el país tiene "la capacidad" para hacer frente a este suceso.
Sánchez reconoció que si llueve aumentarán "las complicaciones" porque el terreno se volverá "lodoso", lo que dificultará las labores, además de que se puedan producir nuevos derrumbes debido a que la zona es de riesgo y la "corona" del deslave está "inestable" por la fractura del cerro.
Trabajos de búsqueda
Asimismo, agregó que cuando las labores se han suspendido, ha sido por motivos de precaución y no "porque estemos cansados ni queramos trabajar".
A este propósito, confirmó que hay un equipo de ayuda estadounidense y otros tres mexicanos dispuestos a colaborar, y que hasta el momento se les ha pedido que estén "a disposición" pero que no se desplacen.
Tampoco se ha ratificado si permitirán cooperar con las labores de búsqueda a un equipo humano denominado "los topos".
Tras más de 24 horas de trabajo, mañana domingo finaliza el plazo de 72 horas de búsqueda establecido en el protocolo internacional, y aunque la decisión de continuar depende de todas las instituciones implicadas, Maldonado dijo a Efe que se inclina a pensar "que vamos a continuar".
La institución estatal, que declaró el viernes alerta naranja a nivel nacional y roja a nivel municipal, continúa intentando desalojar de sus viviendas a la población aledaña que pudiera estar en peligro.