Manuel Zelaya: No ingresé a Honduras por la agresividad del Ejército
Depuesto presidente evitó entregar más detalles de sus pasos por razones de seguridad.
Permanecerá en la frontera a la espera de su familia.
Depuesto presidente evitó entregar más detalles de sus pasos por razones de seguridad.
Permanecerá en la frontera a la espera de su familia.
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya justificó el no haber cruzado hacia Honduras a pesar de encontrarse en la frontera por la "agresividad con que los miembros del Ejército" se acercaron a él y el grupo que lo acompañaba.

Es el segundo intento de Zelaya de entrar a Honduras. (Foto: EFE)
Zelaya, quien permanece apostado en la zona fronteriza de Las Manos, aseguró que el siguiente paso en su intento de regresar a su país no será revelado aún por razones de seguridad, pero insistió en que su destino "es seguir en esta lucha permanentemente".
Reiteró que su retorno se debió precisamente a que no podía seguir esperando los tiempos de la mediación y de la OEA porque el pueblo "hace 27 días que está en las calles".
El depuesto jefe de estado aseguró a CNN en Español que está "dispuesto a someterme a cualquier juicio pero de la justicia, no de los golpistas", y que en su contra no hay ningún proceso judicial como acusa el gobierno de Micheletti.
Intento fallido
El intento de retorno de Zelaya a Honduras comenzó la mañana de este viernes, cuando llegó a la frontera desde Nicaragua poco después de que el Gobierno de facto estableciera un nuevo toque de queda especial para sus fronteras.
Zelaya logró cruzar la frontera y estar unas dos horas en suelo hondureño, solicitando conversar con el Estado Mayor y resolver la situación de su entrada, algo que a pesar de la espera, no se produjo.
En tanto, en la cercana ciudad de El Paraíso, se registraron enfrentamientos entre los adherentes de Zelaya y los militares, que culminaron con dos personas heridas, mientras que la familia del mandatario, que venía desde Tegucigalpa, no logró cruzar todos los controles, quedando retenida a unos 12 kilómetros del paso fronterizo.
Ante esa situación, Zelaya decidió esperar a su familia antes de iniciar cualquier otra acción, mientras que desde el Gobierno de facto, Roberto Micheletti condenó su accionar, calificándolo como "subversivo", e insistió en que será arrestado por la Policía Nacional si reingresa.