El congresista estadounidense Albio Sires pidió este viernes una "respuesta internacional unificada" contra el Gobierno de Nicaragua que preside el sandinista Daniel Ortega desde enero de 2007, a quien señaló de "actos de autoritarismo" en el país centroamericano.
En una declaración emitida el 24 de diciembre, el congresista demócrata, presidente del Subcomité sobre el Hemisferio Occidental, Seguridad Civil y Comercio, abogó por ese tipo de respuesta ante "los cada vez más descarados actos de autoritarismo de Daniel Ortega en Nicaragua".
"Mientras el pueblo nicaragüense está luchando contra una pandemia mortal y las secuelas de dos huracanes devastadores, el presidente Daniel Ortega no ha movido un dedo para ayudar. En cambio, está utilizando estas catástrofes como una cortina de humo para reforzar aún más su control del poder", señaló Sires, un inmigrante cubano que fue alcalde de West New York.
"Los últimos pasos de su régimen incluyen la promulgación de una nueva ley que faculta a Ortega para prohibir arbitrariamente que los políticos de la oposición se presenten en las elecciones de 2021", continuó.
La mayoría sandinista que controla la Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó el lunes con carácter urgente una ley que inhibirá las candidaturas de aquellos nicaragüenses que, entre otros, aplaudan la imposición de sanciones contra el Estado y sus ciudadanos, que además serán considerados "traidores a la patria".
La "Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz" fue aprobada en una sesión extraordinaria con 70 votos de los sandinistas y sus aliados, promotores de la controvertida iniciativa, frente a 14 que votaron en contra y 5 abstenciones.
Ortega quiere consolidar partido único
Asimismo, Sires acusó al Gobierno de Ortega de utilizar la ley de agentes extranjeros, recientemente aprobada, para perseguir a las organizaciones de la sociedad civil y activistas de derechos humanos.
"Ortega parece creer que la atención del mundo está en otra parte, y está acelerando su marcha hacia la consolidación de una dictadura de partido único en Nicaragua", advirtió el congresista.
Por tanto, instó a la comunidad internacional a unirse "para trazar una línea en la arena" y "hacer todo lo posible para apoyar al pueblo nicaragüense en este momento de necesidad, pero también debemos trabajar para evitar que los fondos lleguen a manos de Ortega".
"Esto significa asegurar que cualquier ayuda externa y préstamos de instituciones financieras internacionales eludan por completo a la criminal dictadura de Ortega", propuso.
"El Gobierno de Estados Unidos debería trabajar más de cerca con nuestros aliados europeos y latinoamericanos para aumentar nuestras sanciones y garantizar que Ortega y sus aliados no puedan encontrar refugio seguro", añadió.
Dijo que todo policía que golpea a un disidente, todo alcalde que coordina "la represión con los paramilitares de Ortega", y todo juez que dicta una "sentencia ridícula contra un crítico del régimen es cómplice de los crímenes de Ortega y debe rendir cuentas".
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.