La polémica planta de Botnia, que tomará agua del río Uruguay para el proceso de elaboración de la celulosa, está en las afueras de la ciudad uruguaya de Fray Bentos y frente a las playas de la provincia argentina de Entre Ríos.
Unos mil ambientalistas argentinos reclamaron en Uruguay que los "piratas" que construyen una planta de celulosa a orillas de un río fronterizo "regresen a Finlandia por donde vinieron".
"Los piratas, que se vayan a Finlandia", señaló una proclama de la Asamblea Ambientalista de la ciudad argentina de Gualeguaychú leída por Ana María Costa, una de las coordinadoras del grupo ecologista, en referencia a la empresa finlandesa Botnia, propietaria de la planta que se construye a orillas del río Uruguay.
Según dijeron fuentes de la organización de la marcha, unas 1.000 personas llegaron desde Gualeguaychú para participar en la protesta.
A ellas se sumaron algunos ecologistas uruguayos y, juntos, cantaron los himnos nacionales de ambos países antes de empezar la lectura del manifiesto.
"Repudiamos la actitud del gobierno uruguayo del presidente Tabaré Vázquez que le dio permiso para que Botnia robe y contamine el río Uruguay", agregó la proclama leída por Costa.
La planta de Botnia, que tomará agua del río Uruguay para el proceso de elaboración de la celulosa, se localiza en la periferia de la ciudad uruguaya de Fray Bentos y frente a las playas de la provincia argentina de Entre Ríos, muy cerca de Gualeguaychú.
La postura del gobierno uruguayo "es indigna" porque "se asocia a las multinacionales en contra de los derechos del mismo pueblo uruguayo y del argentino", afirmó Costa.
El gobierno del presidente argentino, Néstor Kirchner, "también es responsable de la situación" porque "no hace respetar el derecho a la vida", manifestó la activista.
"Nuestra lucha es contra los intereses políticos y económicos que ponen en riesgo el medio ambiente de la zona y no contra nuestros hermanos uruguayos", aseguró la coordinadora de la Asamblea Ambientalista.
Las autoridades argentinas y grupos de vecinos de Entre Ríos se oponen a la planta, que está a punto de entrar en funcionamiento, con el argumento de que causará daños al medio ambiente de la zona, lo que niegan las autoridades uruguayas y de la empresa.
"Hacemos responsables a Botnia y a los gobiernos de los dos países de lo que pueda suceder en el futuro", señaló la proclama, leída en medio de la ruta nacional 2, en las proximidades de la fábrica, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad de la policía uruguaya.
"No compramos discursos progresistas", afirmó Costa y dijo que "ya ha habido intoxicados en Botnia y la planta aún no comienza a funcionar".
El pasado 14 de agosto, un grupo de operarios de Botnia sufrió un principio de intoxicación debido a una fuga de sulfuro de sodio que fue manipulado sin las precauciones debidas en una jornada de mucho viento.
En esa ocasión, el presidente Vázquez calificó de "inadmisible" lo sucedido y las autoridades dispusieron que toda manipulación de sustancias peligrosas en Botnia sean supervisadas por inspectores del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
La uruguaya Delia Villalba, residente de Fray Bentos y que se opone a la construcción de la planta de Botnia, también leyó una proclama en el mismo acto en la que exhortó al "respeto de la opinión de los pueblos y su calidad de vida".
"Somos merecedores de una vida sana y plena, sin contaminación", afirmó la septuagenaria dirigente ambientalista, profesora de idioma español retirada.
"América Latina no puede ser el basurero del mundo", agregó y aseguró que la lucha contra el funcionamiento de Botnia "crece día a día". (EFE)
