La polémica instalación, que ha provocado incesantes protestas entre los habitantes de la zona, comenzará a producir celulosa a fines del tercer trimestre de 2007.
La empresa finlandesa Botnia confirmó que la planta de celulosa que construye en Fray Bentos, 330 kilómetros al noroeste de Montevideo y en la frontera argentino-uruguayo, comenzará a producir a fines del tercer trimestre de 2007, o principios del cuarto.
Previo a la puesta en marcha se realizará una extensa inspección técnica de la construcción, equipos, montaje mecánico, pruebas de circulación y de equipos mecánicos, que tendrá una duración de cinco a seis meses.
La gerencia explicó que las obras civiles de la planta alcanzan un 90 por ciento de de avance.
En la tarea previa, en forma paralela a la finalización de la construcción, se realizará la verificación de las instalaciones, que analizarán unos 100 inspectores y 200 operadores técnicos.
La construcción e instalación de la papelera de Botnia en Uruguay, resistida por Argentina porque se construye en la margen oriental del Río Uruguay, límite entre los dos países, ocupa hasta ahora 7.853 trabajadores en empleos directos, además de 64 empresas contratistas y subcontratistas, que utilizan a unos 4.200 técnicos y obreros.
Al presente mes de marzo se generaron 1.671 empleos indirectos, por proveedores de construcción, restaurantes, comercios, servicios de transporte, bancarios y de seguros.
Con relación al litigio con Argentina por la instalación de la planta, un ejecutivo finlandés dijo que "siempre la empresa ha tenido una posición muy abierta al diálogo para poder mostrar a todas las comunidades aledañas que la planta es realmente de la última tecnología a nivel mundial y no contaminante".
En Finlandia "hay más de 20 plantas iguales a la de Uruguay en funcionamiento", al tiempo que recordó que su país "es el número uno en cuidado del medio ambiente y desarrollo sustentable".
Desde Argentina se responde con protestas y cortes de puentes hacia Uruguay, especialmente el que une Fray Bentos con Gualeguaychú, cerrado por ambientalistas desde noviembre del año pasado, lo que perjudica el tráfico de turistas. (EFE)
