El Gobierno de Uruguay autorizó la entrada en funcionamiento de la papelera de Botnia porque el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, no aceptó reunirse en Chile con su colega uruguayo, Tabaré Vázquez, para tratar del conflicto entre ambos países.
El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, expuso los pormenores de la decisión tomada el pasado jueves y a la vez manifestó la voluntad de Montevideo para proseguir el diálogo con Argentina y encontrar una solución al conflicto iniciado en 2003.
"Tenemos que tener la lucidez suficiente para que este enfrentamiento no empañe las relaciones entre dos pueblos hermanos", afirmó Gargano.
El canciller explicó que la posibilidad de una reunión entre Vázquez y Kirchner fue planteada en Santiago la semana pasada por el ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, en el contexto de la XVII Cumbre Iberoamericana.
"Frente a la insistencia del canciller español aceptamos la propuesta, pero la respuesta del lado argentino fue negativa", afirmó el ministro uruguayo.
Según Gargano, los representantes del Gobierno argentino justificaron su negativa con la frase: "¿Después de la foto, qué?".
En la reunión iba a participar también el rey Juan Carlos de España, "facilitador" del diálogo entre ambos gobiernos para buscar una solución al conflicto por la instalación de una planta de la empresa finlandesa Botnia en Fray Bentos, en la orilla charrúa del río Uruguay, frontera natural entre ambos países. (EFE)