El Gobierno de Uruguay reiteró que no negociará con Argentina mientras no se levanten los bloqueos de los puentes fronterizos entre ambos países, a pesar del fallo adverso de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) en el caso de las papeleras.
El tribunal rechazó este martes la petición de Montevideo para que ordenase al presidente Néstor Kirchner poner fin a la interrupción carretera que efectúan manifestantes de ese país, contrarios a la construcción de una industria de celulosa en la orilla oriental del río Uruguay.
Esos activistas consideran que la planta de la empresa finlandesa Botnia contaminará el río, por lo que cortan intermitentemente desde hace ya un año el puente que une a la ciudad argentina de Gualeyguachú y la uruguaya de Fray Bentos, e ininterrumpidamente desde el 20 de noviembre pasado.
Los otros dos puentes que unen los dos países sufrieron cortes de forma irregular, afectando seriamente el turismo trasandino en Uruguay, una de sus principales fuentes de ingresos.
El tribunal dictaminó, por 14 votos contra uno, que los cortes no suponen "un riesgo inminente o un perjuicio irreparable contra los derechos de Uruguay", por lo que no cabe lugar a la petición de medidas cautelares.
El Gobierno uruguayo acató el fallo, pero su canciller, Reinaldo Gargano, no disimuló su sorpresa por el hecho de que el tribunal admitiese que los cortes suponen un perjuicio, "pero en cambio considera que éste no es irreparable, cuando es un daño económico".
Más explícito fue el secretario general de la Cancillería uruguaya, José Luis Cancela, número tres del ministerio y uno de los integrantes del equipo jurídico que presentó la demanda en La Haya, quien afirmó que "en ningún momento la corte dice que los cortes sean legítimos".
"Este fallo no significa una legitimación jurídica de los cortes, por lo que nosotros seguimos pidiendo que se levanten", aseguró.
En tanto, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, no se pronunció al respecto, pero Gargano dijo que se había comunicado con él y ambos habían acordado que mantendrán la posición defendida por el gobierno en los últimos meses: "Con cortes no hay diálogo posible".
"Nosotros seguimos sosteniendo la necesidad de levantar los cortes porque es una medida ilegítima, y eso es previo a cualquier instancia de diálogo, eso no va a cambiar", ratificó Cancela.
Por ello, dijo, el Gobierno de Montevideo quedó "a la espera" de lo que haga Kirchner.
No obstante, y ante la posibilidad de que la situación no cambie o que, incluso, se agrave, desde la Cancillería se destacó que la CIJ dejó claro que Uruguay tiene derecho a volver a solicitar medidas cautelares si así lo considera necesario.
El bloqueo de los puentes ya fue evaluado el año pasado por el Tribunal de Controversias del Mercosur -bloque que Argentina y Uruguay forman con Brasil, Paraguay y Venezuela- que dictaminó que éstos representan una violación de la normativa interna que vela por la libre circulación de personas y mercancías en la región. (EFE)