Delegados de la Unasur impulsaron la creación de un "anillo óptico" para mejorar y abaratar la conexión a internet en Sudamérica, proyecto para el que Brasil se ofreció como plataforma, en razón de sus redes y de que es colindante con nueve de los otros 11 países miembros del bloque.
En su primera reunión, el grupo de trabajo de telecomunicaciones del Consejo de Infraestructuras de la Unasur (Cosiplan) asumió que el proyecto puede salir adelante en el plazo de tres años previsto por los ministros que en 2010 plantearon la idea del Anillo Optico de Interconexión Sudamericana.
Diferentes grupos analizarán en adelante los ejes de actuación, desde la identificación de las empresas participantes a los marcos reguladores y la definición del trazado terrestre y submarino de los cables de fibra óptica, según la hoja de ruta decidida al final de la reunión.
El "gigante" brasileño ofreció aprovechar su infraestructura y redes de comunicación para sacar adelante el "anillo".
El director de tecnología e innovación de la estatal Telebras, Paulo Kapp, explicó que su empresa posee redes en áreas de frontera que pueden ser activadas en corto plazo, así como cables submarinos de fibra óptica con EE.UU., Europa y África.
En opinión del director del departamento de Banda Ancha del Ministerio brasileño de Comunicación, Artur Coimbra, si bien las empresas estatales son "parte prioritaria en el proyecto", el sector privado es necesario para que se complete, ya que países como Perú y Chile carecen de operadoras públicas (su mercado está mayoritariamente en manos de la multinacional española Telefónica).
Presente en los debates del grupo de Cosiplan, la secretaria general de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), la colombiana Maria Emma Mejía, destacó que el "anillo óptico" es un proyecto "esencial para consolidar la ciudadanía suramericana".