La minera canadiense Barrick Gold informó este viernes que su planta procesadora de sedimentos ubicada en el noroeste argentino, en la frontera con Chile, colapsó tras la fuerte crecida de un río provocada por el rápido deshielo de la cordillera de los Andes y negó que el suceso haya contaminado la zona.
El jueves por la tarde "tuvo lugar un evento en (la planta de) Lama, a raíz del deshielo de uno de los inviernos más intensos de las últimas décadas en esa zona de la cordillera", informó esta jornada la filial argentina de la minera en un comunicado.
Según destacó, el suceso "no trajo aparejado ningún tipo de consecuencia para el medioambiente o la salud de los trabajadores".
La causa fue la crecida del Río Turbio, cuyo intenso caudal y arrastre de sedimentos hizo que se sobrepasara la capacidad máxima de las piscinas de sedimentación, ubicadas en los alrededores de una mina que actualmente no está en funcionamiento.
Barrick señaló que la mayor parte del agua que se filtra de forma natural del túnel en Lama, que conecta con Chile, "sigue siendo tratada en la planta" pero "una parte excedente no está ingresando al sistema para no sobrepasar la capacidad de tratamiento".
La planta se ubica en el lado argentino de Pascua Lama, un gigantesco proyecto de extracción de oro y plata actualmente paralizado que se extiende sobre la cordillera de Los Andes, también en territorio chileno.
El proyecto, el primero de este tipo de carácter binacional en el mundo, comenzó en 2009 pero a finales de 2013, Barrick Gold anunció la desaceleración temporal de la construcción de la mina, aunque el pasado septiembre adelantó que lo retomaría.
Tanto la empresa como el Gobierno de San Juan insistieron hoy en que en la zona ya no se realiza tratamiento de mineral ni producción alguna.
Ambientalistas pidieron al gobierno argentino "ponerse los pantalones"
Tras conocerse lo ocurrido, la organización ecologista Greenpeace y la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas emitieron un comunicado conjunto en el que instaron al Gobierno a "ponerse los pantalones y defender" el medioambiente y consideraron que Barrick debe "irse" de la zona por "destruir glaciares y ambiente periglacial".
"Pascua Lama aún no arrancó a producir y ya está contaminando" denunció el coordinador de la campaña de glaciares de Greenpeace, Gonzalo Strano, antes de preguntarse "cuántos derrames más tienen que ocurrir para que (el presidente, Mauricio) Macri entienda que esta empresa no puede operar en una zona tan sensible".
La organización hizo referencia así a los dos vertidos de cianuro ocurridos en el último año y medio en la mina de oro Veladero, también en San Juan, que contaminaron los ríos de la zona.
Sin embargo, este viernes la empresa insistió en declaraciones a Efe que lo ocurrido ayer no se trató de un derrame sino de un "desbordamiento" de la planta.
Por otro lado, avanzó que en las próximas semanas arrancarán los trabajos para sellar el túnel que se había construido en el yacimiento para transportar rocas entre Chile y Argentina y que fue muy criticado por sus efectos dañinos en los glaciares de la zona.