Florencia y Máximo Kirchner están acusados de presunto lavado de dinero y cohecho a través de la empresa familiar Los Sauces.
La ex presidenta de Argentina deberá acudir a declarar este martes.
El viernes pasado, la "Señora K" denunció que juez pretende encarcelar a su hija.
Los hijos de los ex presidentes argentinos Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Florencia y Máximo Kirchner, acudieron a declarar ante la Justicia este lunes, acusados de varios delitos de corrupción cometidos supuestamente a través de la empresa familiar Los Sauces.
Al igual que su madre, ambos están acusados de presunto lavado de dinero y cohecho mediante la sociedad que se dedicaba, según la Fiscalía, a recibir millonarias sumas de dinero por el arriendo de inmuebles a empresarios, que previamente habrían recibido adjudicaciones de obras con sobreprecios.
Según confirmó la agencia Efe, Florencia, de 26 años, no respondió preguntas y presentó un escrito ante el juez Claudio Bonadio, para luego retirarse sin hablar con la prensa.
"Me veo obligada a aclarar que en ningún momento de mi vida integré una asociación ilícita criminal ni tampoco participé en maniobras de lavado de activos de origen ilícito ni en ningún otro delito", afirmó la mujer en el documento.
Por su parte Máximo, de 40 años, que actualmente es diputado por el kirchnerista Frente para la Victoria, tampoco respondió interrogantes y consideró un "verdadero disparate" sospechar que el pago de alquileres fuera parte de "retornos" por la concesión de obra pública.
Mientras, la ex presidenta Fernández, que deberá acudir a declarar este martes, reitera desde hace meses que es víctima de una persecución política, mediática y judicial y acusa a su sucesor, Mauricio Macri, de impulsar ese hostigamiento.
El pasado viernes, en un escrito, la ex jefa de Estado pidió eximir de prisión a su hija después de que, según dijo en Facebook, le hubieran "informado" de que el juez Bonadio quería ordenar su detención.
