Rafael Videla fue condenado a cadena perpetua por crímenes en dictadura argentina
El general Menéndez y otros 28 militares también recibieron la misma pena.
Todos los condenados deberán cumplir prisión en una cárcel común.
El general Menéndez y otros 28 militares también recibieron la misma pena.
Todos los condenados deberán cumplir prisión en una cárcel común.
El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla fue condenado este miércoles a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura (1976-1983), tras un histórico juicio en la central provincia de Córdoba.
El Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba también condenó a cadena perpetua al general Luciano Benjamín Menéndez y a otros 28 acusados que desde julio pasado eran sometidos a juicio en esta capital provincial, situada a 800 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Se trata del primer veredicto que escucha Videla en 25 años, desde el Juicio a las Juntas Militares de 1985, lo que ha llevado a organismos humanitarios a considerarlo el proceso más importante en el último cuarto de siglo.
La sentencia, que ordena que la condena se cumpla en una cárcel común, fue recibida con algarabía por familiares de las víctimas y sobrevivientes de la represión ilegal, tanto a las puertas del tribunal de Córdoba como en Buenos Aires, donde el veredicto fue transmitido en directo en la sede de la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina.
La condena atiende la solicitud del fiscal Maximiliano Hairabedián, quien señaló a Videla, de 85 años, como "máximo responsable" de la confección de un plan sistemático "para eliminar opositores" durante el régimen militar.
El juicio
Quien fuera el primer presidente de la última dictadura argentina y los otros acusados fueron llevados a juicio por el asesinato de 31 presos de la Unidad Penitenciaria San Martín de Córdoba, conocida como UP1, y por los secuestros y torturas en 1976 de seis personas señaladas por el régimen como "infiltrados de organizaciones revolucionarias".
Este martes, en su alegato final, Videla sostuvo que los militares libraron "una guerra justa" contra "terroristas" que buscaban "la destrucción de bienes materiales o de personas" y pretendían instalar en Argentina un régimen marxista leninista.
El dictador reclamó, además, "el honor de la victoria" ante la guerrilla y remarcó que asume "todas sus responsabilidades" como jefe del Estado, cargo que ocupó de 1976 a 1980.