Un laboratorio ubicado en Argentina firmó un acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) con el fin de obtener "en el corto plazo" la fabricación de una vacuna contra el Covid-19 y que se produzca en el país vecino, según un documento facilitado este viernes a EFE por fuentes oficiales.
En concreto, los Laboratorios Richmond, empresa farmacéutica regional con base en Argentina, suscribió un acuerdo de entendimiento con el RDIF, que representa al Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología, "a los efectos fomentar la cooperación entre las partes", con el objetivo de lograr la fabricación de la vacuna.
"Este potencial desarrollo se realizará con la participación de Hetero Labs Limited, laboratorio establecido en la República de la India, con quien Laboratorios Richmond S.A.C.I.F., posee una alianza estratégica desde hace más de 25 años", indica el documento enviado por la farmacéutica radicada en Argentina a la Bolsa de Valores.
El acuerdo fue suscrito en Moscú por Tagir Sitdekov, en representación del RDIF, y Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond.
ARGENTINA COMO FABRICADOR Y DISTRIBUIDOR DE VACUNAS
Fuentes de la Presidencia argentina detallaron a EFE que la vacuna que se produciría en el país sería la Sputnik-V, que fue la primera que adquirió Argentina para suministrar a la población, tras un acuerdo con el Gobierno ruso.
Además, señalaron que el convenio firmado por el laboratorio, además de hacer de Argentina la base de fabricación y distribución de la vacuna a otros Estados, implicaría que se puedan adquirir dosis más rápido para el país trasandino.
El 4 de febrero, el presidente argentino, Alberto Fernández, visitó las instalaciones del laboratorio Richmond en el municipio bonaerense de Pilar y sus directivos le informaron de un plan de inversión de la firma por 80 millones de dólares (unos 57 mil millones de pesos) durante los próximos cinco años.
Ya en 2020, Argentina firmó un acuerdo con México para producir y distribuir la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca.