El Gobierno uruguayo dio por concluida este viernes las negociaciones con Argentina por el conflicto derivado de la construcción de papeleras en su territorio y decidió convocar al Consejo Mercado Común del Mercosur, informó el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano.
"Por instrucción directa del presidente, Tabaré Vázquez, se suspendieron las negociaciones que la Presidencia uruguaya llevaba adelante con su similar de Argentina", destacó el canciller en conferencia de prensa.
Además, Montevideo decidió enviar una "nota informativa" al Tribunal Internacional de La Haya, para dar cuenta sobre el conflicto y los perjuicios que causa a su país, en especial por los cortes de los puentes internacionales que realizan grupos de vecinos argentinos.
La decisión se tomó "debido a la falta de resultados positivos en las negociaciones", y "a que no hubo respuesta a la última propuesta uruguaya", agregó Gargarno.
Uruguay remitió un borrador de posible acuerdo al Gobierno argentino, después que el miércoles 5 de abril pasado se frustró por segunda vez una reunión de los presidentes de ambos países y solicitó una respuesta en un plazo de 48 horas.
La respuesta "nunca llegó" y por ello "se dio por concluida esa etapa, pese a las "ingentes gestiones" por buscar un acuerdo, agregó el ministro.
Gargano señaló que, tras la etapa en la que el contencioso fue encarado directamente por la Presidencia de la República, "ahora por decisión del presidente vuelve a ser el Ministerio de Relaciones Exteriores el que defenderá los derechos del país".
El Consejo Mercado Común del Mercosur está integrado por los ministros de Relaciones Exteriores y Economía y Finanzas, de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y es el máximo organismo político del bloque regional.
La reunión "urgente y especial" del Consejo, como solicita Uruguay, debe ser convocada por Argentina que ejerce este semestre la presidencia temporal del bloque.
El enfrentamiento entre ambos gobiernos, que lleva varios meses sin solución, se debe a la construcción de las plantas de celulosa por parte de la empresa española Ence y la finlandesa Botnia en el departamento uruguayo de Río Negro, a unos 320 kilómetros de Montevideo.
Las plantas, que están ubicadas a orillas del Río Uruguay, frente a las costas de la provincia argentina de Entre Ríos, son rechazadas por las autoridades argentinas y vecinos de Entre Ríos con el argumento de que causarán daños al medio ambiente de la región.
La inversión conjunta de ambas empresas, 1.300 millones de dólares de Botnia y 500 de Ence, es la mayor en la historia de Uruguay, si llega a materializarse en su totalidad. (EFE)